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domingo, 10 de mayo de 2015

Regreso

Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                EDICIÓN ESPECIAL CUARTO ANIVERSARIO DEL BLOG, 10 de MAYO 2011 - 2015



                                                             Homenaje a :   Octavio Paz

Notable escritor, ensayista y diplomático  mexicano nacido en el D.F. el 31 de marzo de 1914 y fallecido a los 84 años, el 19 de abril de 1998. Premio Cervantes en 1981,  Premio Nobel de Literatura en 1990.


                                                                                         "Cantan los pájaros, cantan
                                                                                          sin saber lo que cantan:
                                                                                          Todo su entendimiento es su garganta"






REGRESO

Bajo mis ojos te extendías,
País de dunas -ocres, claras.
El viento en busca de agua se detuvo,
País de fuentes y latidos.
Vasta como la noche,
Cabías en la cuenca de mi mano.

Después, el desempeñarse inmóvil
Adentro afuera de nosotros mismos.
Comí tinieblas con los ojos,
Bebí el agua del tiempo, bebí noche.
Palpé entonces el cuerpo de una música
Oída con la yema de los dedos.

Juntos, barcas oscuras
A la sombra amarradas,
Nuestros cuerpos tendidos.
Las almas, desatadas,
Lámparas navegantes
Sobre el agua nocturna.

Abriste al fin los ojos.
Te mirabas mirada por mis ojos
Y desde mi mirada te mirabas:
Como el fruto en la yerba,
Como la piedra en el estanque,
Caías en ti misma.

Dentro de mí subía una marea
Y con un puño impalpable golpeaba
La puerta de tus párpados:
Mi muerte, que quería conocerte,
Mi muerte, que quería conocerse.
Me enterré en tu mirada.

Fluyen por las llanuras de la noche
Nuestros cuerpos: son tiempo que se acaba,
Presencia disipada de un abrazo;
Pero son infinitos y al tocarlos
Nos bañamos en ríos de latidos,
Volvemos al perpetuo recomienzo.-


INMÓVIL EN LA LUZ

Inmóvil en la luz, pero danzante,
Tu movimiento a la quietud que cría
En la cima del vértigo se alía
Deteniendo, no al vuelo, sí al instante.

Luz que no se derrama, ya diamante,
Fija en la rotación del mediodía,
Sol que no consume ni se enfría
De cenizas y llama equidistante.

Tu salto es un segundo congelao
Que ni apresura el tiempo ni lo mata:
Preso en su movimiento ensimismado.

Tu cuerpo de sí mismo se desata
Y cae y se dispersa tu blancura
Y vuelves a ser agua y tierra oscura.

Del verdecido júbilo del cielo
Luces recobras que la luna pierde
Porque la luz de sí misma recuerde
Relámpagos y otoños en tu pelo.

El viento bebe viento en su revuelo,
Mueve las hojas y su lluvia verde
Moja tus hombros, tus espaldas muerde
Y te desnuda y quema y vuelve hielo.

Dos barcos de velamen desplegado
Tus dos pechos. Tu espalda es un torrente.
Tu vientre es un jardín petrificado.

Es otoño en tu nuca: sol y bruma.
Bajo del verde cielo adolescente
Tu cuerpo da su enamorada suma.-


TENDIDA Y DESGARRADA

Tendida y desgarrada,
A la derecha de mis venas, muda;
En mortales orillas infinita,
Inmóvil y serpiente.

Toco tu delirante superficie,
Los poros silenciosos, jadeantes,
La circular carrera de tu sangre,
Su reiterado golpe, verde y tibio.

Primero es un aliento amanecido,
Una oscura presencia de latidos
Que recorren tu piel, toda de labios,
Resplandeciente tacto de caricias.

El arco de las cejas se hace ojera.
Ay, sed, desgarradora,
Horror de heridos ojos
Donde mi origen y mi muerte veo,
Graves ojos de naúfraga
Citándome a la espuma,
A la blanca región de los desmayos
En un voraz vacío
Que nos hunde en nosotros.

Arrojados a blancas espirales
Rozamos nuestro origen,
El vegetal nos llama,
La piedra nos recuerda
Y la raíz sedienta
Del árbol que creció de nuestro polvo.

Adivino tu rostro entre estas sombras,
El terrible sollozo de tu sexo,
Todos tus nacimientos
Y la muerte que llevas escondida.
En tus ojos navegan niños, sombras,
Relámpagos, mis ojos, el vacío.-


TROBBRIDGE STREET

El sol dentro del día
El frío dentro del sol.
Calles sin nadie
Autos parados
Todavía no hay nieve
Hay viento viento
Arde todavía
En el aire helado
Un arbolito rojo
Hablo con él al hablar contigo.-



                                                                                               Octavio Paz







Imágenes: Pinturas del artista Alphonse Mucha (República Checa,  1860 - 1939)





quiquedelucio@gmail.com



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