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lunes, 30 de mayo de 2011

Presentación en sociedad

Jorge Romero Brest fue un influyente y discutido crítico de arte argentino, vinculado a la promoción de las escuelas de vanguardias entre las décadas del 60 y 70 en América Latina. Dirigió el Centro de Artes visuales del Instituto Di Tella (1963-1969) en Buenos Aires. Formó parte de jurados en muestras de arte internacionales como San Pablo, Venecia, París y Tokio. Escribió diez libros sobre pintura.

 En un reportaje, a raíz de la aparición de uno de sus libros sobre el papel de la crítica en la plástica contemporánea, dijo: "Por un lado soy un político del arte, un agitador, en tanto considero una valoración social de la obra; y por otro soy un gozador del arte, en cuanto hago juicios de valor contemplativa. Sin embargo nunca tuve ideas claras y definitivas sobre el arte."
Cuenta Marcelo Percia, en su libro: "Salud Mental y Derechos Humanos¨, la siguiente anécdota ocurrida en otoño de 1968. Hace exactamente 43 años.

"El asalto a la conferencia de Jorge Romero Brest se realiza en Rosario. Mientras el público sigue la charla, diez artístas interrumpen la exposición:  "Aquí estamos Romero Brest" (a coro). Tienen tareas asignadas. Uno saca al disertante de escena, algunos se ubican frente al público, alguien se prepara para cortar la luz, otro lee la proclama, por momentos recitan a coro. Comienza uno de los artistas:
Señoras y señores, les comunicamos que esto es un asalto a la conferencia de Romero Brest, y que en lugar de él, vamos a hablar nosotros, aunque por muy poco tiempo, porque consideramos que las palabras no constituyen un testimonio perdurable y pueden ser fácilmente tergiversadas, en cambio lo que queremos que recuerden es el acto en sí, esta pequeña violencia que hemos perpetrado al imponerles a Uds. nuestra presencia. Y estamos aquí porque ustedes han venido a escuchar hablar de arte de vanguardia y de estética, y el arte de vanguardia y la estética es lo que nosotros hacemos. Estamos aquí porque ustedes evitan encontrarse directamente con nuestras obras de arte, como si tuvieran miedo de que trastornen vuestras vidas, y sin embargo vienen aquí a que se les hable de ellas, a consumir el residuo amansado y digerible.
 Estamos aquí, además, porque la institución que de por sí es Romero Brest, más la institución de la "conferencia" dentro de las paredes de esta "institución", más Uds. conjugados, representan perfectamente el mecanismo de la burguesía, que absorbe, tergiversa y aborta toda obra de creación. Para oponerse a ello, para demostrar nuestra actitud de independencia y libertad frente a ese mecanismo que pretende transformar el arte en "ovejitas de sacrificio", es que aquí le ofrecemos a ustedes y a vuestras conciencias, este acto, este simulacro de atentado como una Obra de Arte Colectiva, y también los principios de una nueva estética. (Corte de luz; en la oscuridad, siguen a coro). Creemos que el arte no es una actividad pacífica ni de decoración de la vida burguesa de nadie. Creemos que el arte significa un compromiso activo con la realidad, activo porque aspira a transformar esta sociedad de clases en una mejor. Por lo tanto, debe inquietar las estructuras de la cultura oficial. En consecuencia declaramos que la vida del "Che" Guevara y la acción de los estudiantes franceses son obras de arte mayores que la mayoría de las paparruchadas colgadas en los miles de museos del mundo. Aspiramos a transformar cada pedazo de la realidad en un objeto artístico que se vuelva sobre la conciencia del mundo revelando las contradicciones íntimas de esta sociedad de clases. Mueran todas las instituciones, viva el arte de la Revolución !!.
Terminan, abandonan la sala. Vuelve la luz. Al retomar, Romero Brest, casi sin inmutarse, dice con calma: "Yo vine a hablar de la vanguardia. Bueno, esto es la vanguardia".

Obras en la nota: "Uniformed figure" (1953) de Jackson Pollock, "Abstacto" (1921) de Joseph Albers.

Quique de Lucio.

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