Eslabón

Décimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 8.000 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación N° 2.564-


                                                                                                                                 Clementina Suárez

Poeta de Honduras, nacida en Juticalpa, en 1906 y fallecida en 1991. Es uno de los nombres fundamentales de la poesía hondureña de vanguardia. Parte de su producción poética está reseñada en los libros: "Corazón sángrate" (1930), "Los templos de fuego" (1931), "De mis sábados al último" (México, 1931), "Iniciales" (1931), "Engranajes, poemitas en prosa y en verso" (Costa Rica, 1935), "Veleros" (Cuba, 1937), "De la desilusión a la esperanza" (1994), "Creciendo con la hierba" (1957), "Canto a la encontrada Patria y a su héroe" (1958), "El poeta y sus señales" (1969", etc. En 1970 recibió el Premio Nacional de Literatura "Ramón Sosa".


                                                                                                  "Nunca esperes que te traiga
                                                                                                   una espina en la mano. Para
                                                                                                   venir y para buscarte, yo había
                                                                                                   dejado todos los abrojos" 

DE ESLABÓN A ESLABÓN

Ahora
no caminarás solitario
porque yo caminaré contigo.
La lucha nos habrá de tragar juntos
y juntos iremos a la acción.-



ESTRELLA, ÁRBOL Y PÁJARO

En la estancia de la noche
sola yo, soy una estrella.
Sola yo, soy una estrella
en un ángulo de la luna.

Noche que desgaja lunas
para mí, que soy árbol solo.
Árbol solo, gris y estático
que no va dejando sombra.

En un ángulo del mundo
canto yo, pájaro solo.
Canto yo, pájaro solo.
¡Ah qué antigua es mi canción!-



CRECIENDO CON LA HIERBA

 Ya ves cómo
mi pecho ilumina
una verdad tremenda.
Los ángeles que pasean por mi sangre
son ángeles rebeldes.

Y me humilla u rostro atado
y tu corazón cerrado
por un mandato de siervos.

Cuando yo oí me dijeron:
Pequeña: No le niegues al amor tu cara.
Sólo así tu flor tendrá polen
y flotará libre,
goteando muchedumbres,
tu cara creciendo con la hierba.

Distintos son los rumbos de la carne
y sólo el viento salvará
a tu pie, que en la ceniza
quedó extraviado...

Criatura de mi amor!
Sólo cuando el fuego
te lleve hasta mi grito,
recuperarás intacta
la espiga que dentro
de tu piel madura.

Fuera necesario morirme y no quererte.
Golpearme la espalda
y atar mi lengua
para no decirte
que están llorando en ti los brotes
y detenidos los arroyos,
porque le niegas el surco
lo que es del surco.-


***

Me oyes!
Me estás oyendo lo que te digo yo?
La que quisiera detener el canto
y dejar que la muerte decorara
hasta mi desnudo vientre.

Antes de mirarte de tan lejos,
desde donde
hay un planeta que se quiebra
entre mis dedos.

Buscando
voy dentro de tu fondo
el árbol que te viste
y te abraza y te estrecha,
y tal vez hasta te separa
de tu mejor forma.-



                                                                                                                   Clementina Suárez





Imágenes: Pinturas del artista ruso Alexander Averin.

 quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal.