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martes, 16 de julio de 2019

El agua

Noveno año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza os textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación Nª 2.422-



                                                                                                                                             Jorge Rojas

Poeta y narrador de Colombia, nacido en Santa Rosa de Viterbo en 1911 y fallecido en 1995. Fundador del Grupo "Piedra y Cielo" y patrocinador de la revista del mismo nombre. Su primera obra poética fue "La forma de su huida" (1939), le siguieron: "La ciudad sumergida" (1939), "Rosa de agua" (1941), "Soledades" (1948), "La doncella de agua" (1948), "Cárcel de amor" (1976), "Huellas" (1993), etc. Fue el fundador y primer director del Instituto Colombiano de Cultura COLCULTURA. Se destaca que el poeta hizo la donación de un terreno para la construcción de la iglesia y el colegio de Quiba, hermosa población ubicada en la parte rural de Ciudad Bolívar, Bogotá.


                                                                                       "Intuyo tu presencia. Silencio de tu voz.
                                                                                        Vives en el paisaje. Pura prolongación.
                                                                                         Nos llaman, despertamos, van tus cabellos
                                                                                         sueltos -estandartes de sol-." 











EL AGUA

Beso sin labio, novia en tu desvelo
esperando una boca que te beba;
y niña aún si un cántaro te lleva
arrullada en los brazos bajo el cielo.
llueve, y el mundo goza de tu vuelo;
danza la espiga, ábrase la gleba
y es más dulce cantar cuando se prueba
tu líquido que sabe a nuestro suelo.
Saltando entre los juncos extraviada
en busca de la sed, corza ligera,
has quedado en mi mano aprisionada.

No importa que quien te haga prisionera
te dé su forma, corre alborozada
persiguiendo tu forma verdadera.-



LECCIÓN DEL MUNDO

Este es el cielo de azulada altura
y este el lucero y esta la mañana
y esta la rosa y esta la manzana
y esta la madre para la ternura.
Y esta la abeja para la dulzura
y este el cordero de la tibia lana
y estos: la nieve de blancura vana
y el surtidor de líquido hermosura.

 Y esta la espiga que nos da la harina
y esta la luz para la mariposa
y esta la tarde donde el ave trina.
Te pongo en posesión de cada cosa,
callándote tal vez que está la espina
más cerca del dolor que de la rosa.-



ACCIÓN DE GRACIAS POR EL BESO

Gracias, amor, de nuevo tu criatura
se inclina al vasallaje de tu peso.
Encadenado estoy, me tienes preso
entre la red sin par de tu hermosura.

Gracias, amor, por esta cosa pura
que a través de la carne te alza ileso.,
perder la boca convertirse en beso
es ser el fruto sólo la dulzura.

No importa, amor, que el labio ante el abismo
del gozo haya quedado silencioso
si es casi el pasmo como el verso mismo.

Gracias, pues tu lenguaje me ha enseñado
que en el silencio todo es más hermoso
y lo callado es más que lo cantado.-



ANGUSTIA DEL AMOR

Bajo mi piel, ¡qué viento enloquecido,
por valles de la sangre y sus colinas,
estremece un rosal, de más espinas
que de fragantes rosas florecido!.

¡Qué agreste furia, qué hórrido sonido
de árbol cayendo y ciegas golondrinas
convoca su ulular entre las ruinas
de un efímero beso consumido!

¡Qué amargo mar su desatado llanto
encrespa entre mi ser! ¡Qué tolvanera
de angustia envuelve el hálito del canto!

¡Amor, fugaz amor! Sin ti no fuera,
dentro de mí, un vértice de espanto
la hora, en cada instante pasajera.-



CONFIDENCIA

Somos el uno para el otro, ¡mujer!
Nuestros corazones se encuentran
en la misma palabra del libro que leemos,
va nuestra mano trémula
en busca de una misma rosa.

Y nuestra propia muerte tiene que esperar
hasta que nuestros cuerpos
den paso a cualquier otro designio.-





                                                                                                                              Jorge Rojas


Imágenes: Pinturas de Vicente Romero Redondo  (España)







quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal.







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