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miércoles, 12 de junio de 2019

Imposible


Noveno año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación Nª 2.396-



                                                                                                                                 Eduardo Cote Lamus

Poeta de Colombia, nacido en Cúcuta, en 1928. Estudió Derecho en la Universidad Externado de Bogotá. Obtuvo una beca para realizar estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Salamanca en España, en 1950, el mismo año que publica "Preparación para la muerte". En 1951 ganó el Premio "A la joven Literatura", con su poemario "Salvación del recuerdo". Durante su estadía en España dictó conferencias y cátedras en varias universidades. Posteriormente publicó "Los sueños". En 1960 regresó a Cúcuta donde fue nombrado Secretario de Educación del Departamento del Norte de Santander. En 1959 publicó "La vida cotidiana" y en 1964 "Estoques". Falleció en un accidente automovilístico en agosto de 1964.


                                                                                                 "En cada viento llega una palabra,
                                                                                                   igual que cada sueño tiene un nombre
                                                                                                   y el movimiento de la primavera
                                                                                                   deja atrás un lenguaje que ella olvida"











POEMA IMPOSIBLE

Deja por última vez que mi tacto te sepa
porque quiero aprenderme tu cara de memoria,
porque quiero iniciar un poema diciendo:
"En Segovia, una noche de torres, mi alma no pudo,
no le fue posible..."
Déjame, sí, déjame.
Déjame aunque sea fatigar tus huellas
por esta almohada con aroma de rostro
porque quiero hacer un pájaro con tu piel
para despertar mi corazón muerto.
Yo te amé de frente, por entero
y me miraba largamente
en tus manos
buscando dar olvido a mi antigua
sed de orilla.
Por ahí para esta tristeza con cara de rosa
como si el color llevara mi dolor descalzo.
A veces me viene tu silencio de campanas
que debajo de tu piel silban siempre, siempre...

Te acercaste a mi vida como un vegetal solo
alargando tus ojos hasta
la plenitud del árbol.
Mi vida era sencilla, humilde,
tiernamente arcilla para un tacto.
Es cierto que todo me fue inútil, doloroso;
fue una lástima que tú no me quisieras:
he sido el mayor qué lástima del mundo.
Pero ven, acércate y muérete

Ahora no soy sino un manantial ciego
que huye de la sombra en tu mirada.
un poco en mis palabras.
A pesar de todo eres mi amor,
mi tú, mi nunca.
Y ya no puedo con este hueco sin destino
que me pasa por dentro.
Porque tampoco puedo con este sabor
de ti en mis labios.
Sí: en Segovia murió la savia de repente,
Y yo no pude,
no me fue posible.-



DONDE CRECEN LAS HOJAS

Mis miradas con los ojos de marzo
celebran en cada cosa a mi amada
y me visto de nuevo con mi cuerpo
tan completo de tiempos y de sombras.
¡Cómo otra vez han llegado las hojas!
El árbol en su gran sabiduría
horada el aire con sus nacimientos.
El sol, antes avaro, numeroso
ahora como ejército en victoria
prolonga su desfile por el día;
pero yo voy con todo, con los sueños,
viviendo la medida de mi muerte.-



LA ESTACIÓN PERENNE

Tu cuerpo desnudo brilla bajo los relámpagos
como antes bajo mis manos.
Todas las estaciones están en tu cuerpo.
La primavera empieza su esplendor
en tu abrazo
y concluye en tu boca entreabierta,
exultante.
Todos los ríos del mundo están en tu cuerpo,
confluyen en ti en el momento
en que el animal más bello del bosque
bebe de ti y se contempla.
Tu piel es el límite del fuego
donde se refugia el ardor del verano.
Rojas llamas te inundan.
Se mezclan os elementos y tu cuerpo se curva,
hay más aire en tu boca
y mi cuerpo sediento
busca en ti salida, la libertad,
los deseos.
Se anidan en ti los olivos del mundo
y ardes como una lámpara.
Somos un cuerpo solo luchando contra la muerte.
El otoño se riega en tu cuerpo
como vino rojo en la mesa.
Después miramos los dos, de alegría cansados,
como a chimenea en invierno,
el fuego pasado
y tu piel que brilla bajo los relámpagos.-




                                                                                                        Eduardo Cote Lamus




Imágenes: Pinturas de Anna Razumkovskaya  (Rusia)





quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal.

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