Vistas de página en total

sábado, 12 de marzo de 2022

Eternidad

Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.








Publicación N° 2.940-




                                                                                                                    Enriqueta Ochoa 

Poetisa de México, nacida en Torreón, Cohauila, el 2 de mayo de 1928 y fallecida en Diciembre de 2008. Desde muy joven se dedicó a la poesía. Ejerció el periodismo y la docencia en diversas universidades nacionales e internacionales. Fue promotora y formadora de nuevas generaciones de poetas. También ha sido coordinadora de Talleres Literarios del INBA en Aguascalientes, Torreón, Tlaxcala y la ciudad de México. Publicó una docena de libros de poesía. Le fue otorgada la Paca de oro 1979 como Hija Predilecta de Cohauila. Se le entregó la Medalla de Plata Bellas Artes 2008.


                                                                                           "Tan de prisa han caído
                                                                                             las semillas que abigarradas,
                                                                                             topándose entre sí, desconocen
                                                                                             a toda la luz del movimiento" 













ETERNIDAD

La eternidad mece, ondula,
abre de par en par su túnica de viento;
en el espacio de su seno esplende
una constelación de luz acumulada.

El Padre se detiene. Un instante
mete su mano turbulenta hasta la entraña
y la abre sobre la piel del mundo.
Un alud de semillas caen, parpadeando.

Se fecunda la tierra. Cada segundo se fecunda.
El hombre entra a la prisión de su cuerpo
doblada la cerviz
y vuelve a tirar de sí, uncido al yugo de la vida,
hasta que aspira el Padre
y volvemos al seno de la Madre.-



SIN TI, NO

Sin ti, no.
Sin ti, ni un paso más
Ni al pasado, ni al olvido ni al futuro.

Sin ti sólo el grito con lágrimas,
agazapado, trizándose la lengua,
esperando el minuto distraído
en que me saltaré las sienes
una tarde de otoño;
en una de esas fugas del misterio
en que dios se descuida, sin quererlo.-



LOS HIMNOS DEL CIEGO

El que canta es un ciego
con los ojos de faro
y los labios de raíz oscura.
El que canta es un ciego
que se quemó de ver
y nunca percibió
dentro de su cuerpo justo
ni con su luz exacta
el mundo de las cosas.
Sin embargo,
es el ciego maldito
que ve con los ojos de todos
los que ven.

II

Sobre la más alta roca del amor
he llorado esta noche,
porque soy,
porque los hombres somos aherrojado flautín,
mirada ciega,
potencia de una luz encanecida
que podría cantar, contar,
hilar la trama de los siglos.
Porque los hombres somos
la gran mirada que dejó oculta el Señor,
grávida como el embrión.
Hay que saber crecer calladamente.
Pero revientan ya los brotes.
Hay un rumor secreto de
azúcar fermentado,
una dilatación,
un vencimiento,
un estallido de todas las suturas
del espacio.
Échanos a tu hoguera
en la revuelta de esta hora sombría:
la yesca de nuestros labios arderá,
y acaso alguna chispa salte como astro
alumbrando la noche.-





                                                                                                         Enriqueta Ochoa



Imágenes: Pinturas del impresionismo contemporáneo.






quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal.
  


No hay comentarios:

Publicar un comentario