Octavo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 4.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 2.282-
Ana Agustín
Poeta y periodista de España, natural de Ávila. Trabaja desde hace más de una década en el Diario de Ávila. Ha publicado el libro de poesía "Viaje en ausencia" (2002), ha recibido premios en poesía y periodismo, como el Premio Sarmiento de Poesía (Valladolid, 2004), el Premio de Periodismo "Benjamín Palencia" (2011) y el Premio de Poesía "Luis López Anglada" (Burgohondo, (2013). Dirige talleres de poesía para adolescentes y adultos. Ha formado parte de jurados literarios, así como de tertulias y recitales poéticos en diferentes puntos de su país. Parte de su producción literaria se ha publicado en diversas antologías y revistas literarias.
"Yo no escribo para sobrevivir
a este rito mortal
de respirar secretos.
Escribo para salvarme"
APRENDIENDO
Estoy aprendiendo
a sobrevivir sin verte,
a lamerme las heridas diurnas
que tu ausencia me marca
a fuego y sangre . (Las que tengo
en la noche colman todos mis sueños).
Aprendo maneras, costumbres, esbozos de sonrisas,
hasta risas grandes, según la circunstancia.
Estoy siendo prudente,
cabal, nada impulsiva -o poco-
Estoy aquí tendida
en un mar de latidos
que no quiere mostrarse
tal y como es;
que nace y sucumbe a la arena,
que vuelve a renacer
pero se hace espuma tibia
en los tobillos y se acaba
otra vez.
También estoy cansada,
de no quererte tanto,
sino de aprender cada día
a no mostrarme entera,
a no pensar en ti,
a no buscarte siempre
en la ciudad abierta.
No quiero ya ni hablar
del amor en mis versos;
no contar con reiterado empeño
que sí que eres mío cuando invento el presente:
mi piel, mi tacto,
el bendito sentido de la vista,
la magia y el milagro
que espero cada hora.
Ni una palabra más
sobre tu nombre,
esas dos sílabas que mueven
mi mundo y lo iluminan todo
y me entregan la fuerza
para seguir conquistas y confines
llenos de inciertas decisiones.
No volveré a explicar cómo es tu sonrisa
destello preciso y real;
tu mirada, tierna y honesta; tu voz,
sonora, casi cantarina y rotunda.
Ningún verso anunciará tu llegada
o tu marcha,
tu ausencia o la espera
nerviosa del reencuentro...
No hay encomienda, sin embargo,
más estéril.
Vuelvo a tu andar cadencioso
y al cristal de tu palabra
como quien vuelve al hogar,
al lugar que le salva
de todos los pecados,
que convierte en paraíso
las calles y los bares,
los turbios abrevaderos
donde beben los hombres y las bestias.
Vuelvo a ti como vuelve
la calma detrás de una tormenta,
como sucede un día a otro
y al siguiente,
como un adicto a la locura
y al amor.
Vuelvo siempre y siempre te encuentro
entre mis cosas.-
POEMA INFERTIL
Consumo los minutos
como si fueran sangre
o tinta devorándome las venas.
No necesito nada más
que su nombre y sus labios,
clavados en el tiempo
constante de la espera.
Este paisaje infértil
que rodea la casa,
que invade como el humo
los rincones del alma,
que deja sin sentido
todo que poseo,
me convierte en espectro,
que engulle la nostalgia.
Sólo mastico sombras de
un pasado incompleto
pertinaz, casi cierto
que abarrota mi armario
y se mete en la ducha
y duerme aquí,
en mi lecho.-
Ana Agustín
Imágenes: Pinturas de Ignacio Zuloaga (España)
quiquedelucio@gmail.com
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