Publicación N° 2.288-
Rodolfo Serrano
Poeta y periodista de España, nacido en Villamanta, Madrid, en 1947. Es Licenciado en Ciencias de la Información y lleva más de treinta años ejerciendo el periodismo en diferentes medios, principalmente en el diario El País. Ha publicado varios libros, se destacan: "Toda España era un cárcel" y el poemario: "Especial para cócteles"
"Habrá que convenir que en este mundo
quedan cosas pequeñas que merecen la pena:
una niña que ríe, café con sacarina,
un vasito de vino y aprenderme tu nombre"
AL OESTE
Marcamos territorio.
Hasta aquí, tu frontera.
Tus amigos. Mis bares.
Antes de que se ponga
el sol
dejarás este pueblo.
Tengo el arma cargada.
Dispararé a matar
cuando te encuentre.
La ciudad es ahora
territorio enemigo.
Llenaré las farolas,
cada árbol del parque
con carteles de búsqueda.
Recompensa: mil días
por tu cuerpo.
Desnudo, a ser posible.-
CARTA
Hoy te escribo esta carta y no sé qué decirte.
Tal vez que todavía
tu nombre me palpita
exactamente al lado de la palabra siempre.
O quizás que te echo de menos y me canso
cuando busco tu risa
por calles y relojes,
y parece que todo es como un beso largo.
Por la presente quiero
decirte que los días
transcurren lentamente
y que me siento triste
en viejos aeropuertos y en las nuevas pasiones.
Al recibo de ésta, contéstame con besos
a pagar en destino.
Pero que nunca vuelva
con ese sello triste que ponen en las cartas:
dirección desconocida.-
VIEJO Y CANSADO
Los amigos no me llaman hace tiempo.
Ni para alguna partidita ya apañada.
Parece que ya no hay primos en el mundo.
Paso las tardes solo. Oigo pisadas
que nunca se detienen en mi puerta.
Donde me ve, yo fui...A qué contarle.
Pero las cosas pasan. Tuve amores.
Y una mujer me hirió. ¿O es tan sólo
lo que yo hubiera querido que pasara?
le ganaría dándole alguna mano de ventaja.
No me quejo de nada. Nada espero.
Al baño voy con regularidad.
Como de todo. Dormir...como los viejos:
Poco y a sobresaltos. Ya se sabe.
De vez en cuando salgo.
Me tomo algún vinito.
Y espero esa partida.
La que estuve
esperando.
Siempre.
Siempre.-
ENTONCES, UN AÑO
Supe que todo había pasado
cuando te vi mover la cucharilla
tan despacio como si todo el mundo,
aquella tarde
se hubiese detenido
en la barra de la cafetería. O en la acera.
No supe que decirte. Hablamos como
si hubiera sido ayer, sin ir más lejos,
la última vez que habíamos discutido.
Ayer mismo
cuando habíamos entrado
a saco por el alma y la camisa.
Así que yo te hablé de mis triunfos.
De mis últimos versos. De mí mismo.
Y casi sin mirarte. Miraba tu café
que removías
ausente, como en trance,
como si fuera lo más interesante del planeta.
Tú no me decías nada. Sonreías.
Pendiente de una cita, estoy seguro,
que tenías aquella misma tarde.
Incluso
hubo silencios.
Trocito de metralla
de antiguos bombardeos.
Yo te llevé a tu casa. Nos rozamos las caras.
Sabiendo cada uno que ya nada
volvería a justificar una llamada de teléfono.
Que el corazón
por fin había perdido
interés para médicos y amantes.-
Rodolfo Serrano
Imágenes: Pinturas de técnica abstracta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario