Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.500 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.538-
Sofía Rodríguez García
Poeta, narradora y editora colombiana, nacida en Bucaramanga, en 1976. Se desempeñó como coordinadora de espacios organizativos como el Proyecto Organizativo de Educación y Cultura Popuar, es tallerista de literatura y activista en comunidades desplazadas por la violencia. Su obra se encuentra publicada en varias antologías colombianas y de otros países. Publicó "Cada vez que cobija el fuego" de Ambivalente Editorial y actualmente edita el libro de poemas "El bar de la avenida 33". Participó en el Festival Internacional de Poesía de Argentina. Parte de su obra ha sido traducida al italiano, rumano, catalán y portugués.
"Quiero hacerte un hijo silencioso
de colores tan oscuros como este sol
que se ha vuelto llanto
cuando me grito las puertas cerradas"
MIRADA
Más allá de las lógicas aventuras
me puedes agarrar del cuello y respirarme.
Huir de mí en un triángulo de manos
y osar de especulador de trinos
Tu vista es igual desde la luz
y aquí: lugar de los espejos,
donde el repudio te cubre parte del rostro.-
LLAMADA
Se despiden transparentes
con crema de manos para despedazar el cuerpo
Cada quien se viste con mantas recientes:
pareciera algunas veces que el tiempo
retomara las caricias y los cuerpos en la ceguera.
Él, acostumbrado a los escampaderos,
vibra los textos con gritos de fugas.
Ella arranca las paredes que sin ventanas observan.
Se abandonan en el caminar de cuerdas invisibles,
lazos que la tierra escupe con motivos
Ella arma ríos y cascadas de párpados.
Él, como escapista de las sienes, se los bebe:
etílico lápiz acordona en sus pesares
No son buenos para los nudos aquellos
que enroscan concentrados y lavan sus cortinas de piel.-
CACTUS
Te veo a través de la pintura que recrean mis ojos,
el estómago domina mi espalda que se encorva
con un dolor creciente y piernas en escala.
Revientan lapiceros con deshechos
¿Y qué más queda?
Esa luz me enferma.
Están tus brazos y la patita blanca de un gato
cactus interruptus en un tobogán de carnes,
un encanto de funerales que otros advierten
(virgen de narices y párrafos infectados)
Mis zapatos aletas nadan cerquita de tus barcos
permanecen alertas de sombreros y un armaro abierto
(solo en uve se visualizan, cantan su desahogo)
En el pasillo de fotos que reviven los sitios fantásticos
vuelan arrastrados los honores
por esta tierra que yace.
Mejor durar parte del tiempo
entre los pájaros y el paraíso,
los plátanos son vestidos como muñecos
de historieta
y es aí donde su temible cuello no permanece
tendido.
Ya veré cómo se van lejos de mí os fantasmas
de la sangre
ya advertiré sus mojados sueños
ir detrás de otros
socorriendo los suicidios
que tiñen los carbones secos.-
CUEVA DE FUEGO
Todo sábado es esperma
de lamentos y recuentos
Todo sábado es el martirio de obsequios
con residuos de sorpresas
aventajadas
Limito recogerme en tres pasos
viéndose los índices corriendo
como hacendosos sudorosos
No abordan ni el nivel asesino
de llagas puestas en equívocos
Mal día para trotar: llueve
y mis medias se han ido en los charcos
y días recorridos saltando
No renacen cuevas
ni otros dolientes
se objetan nimiedades
próximas.
Como ramas en sucesión
con besos de sol
van de helechs cruzados
en un jardín bonito
Retumbando peleas de gavilleros
revelando memorias
mirando rostro estallando de ardor
El tiempo y su desplome
en un abismo lento,
como vicio amado
su extrema delgadez,
sus rocas de rabia,
sus lacayos prometedores.
Ahorro soberbia respondiendo relatos
recogidos en una cueva de fuego
que limpia tu nombre,
llama un segundo sol el camino rebotado
con sus nubes frotando mejillas
de terror con parlantes,
cortejando en su horizonte
sandez que referencio.-
LETAL
Descárgame de risas absurdas
dulces besos y textos mordaces.
Ven y hurta
las mordeduras del aliento
Cuando puedas gritarme los demonios
que con afanes abrazamos.
Ven y tira las ropas de segunda mano,
agóbiame para verte
ayúdame como enferma terminal
a este buen morir que quiere contar tu piel.
Haz del mundo
el resto del vacío
el poro de brasas
el desperdicio que nos cubre
todo eso a lo que recurrentemente llegamos.-
SILENCIO
El amor que me brota en las pupilas
hace alianzas con mi muerte
se aferra a las uñas
al alcohol
a la sinfonía de las voces
a los estiramientos del otro día
Se llenan de escamas
las piezas del tiempo
lamen las carencias de las córneas
las ausencias
los disparos de despedidas
y sus atrevidas entregas
del amor escapista
Tu música de pecho
permanece en mis pómulos
escupe sus ahogos
en los ángulos de mi boca
Los brindis ya están exhaustos
se han quedado enrelazados
con lenguas parcas-
Sofía Rodríguez García
Imágenes: Fotografía digital en blanco y negro.
quiquedelucio@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario