Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Marcelo Ferrer
Poeta argentino nacido en La Plata, Provincia. de Buenos Aires el 17 de julio de 1957
"Cuando amanece una pena
de inmediato se instala en la mirada
como velo de mujer en luto
luego de una desgracia"
DILE
Relámpago amordazado:
Purificas con fuego desde tu ennubecida entraña
parafraseando en lo alto como una voz que clama.
Empírica marioneta de energía increada;
iluminas con tu haz las fases de mi cara
que buscan un cauce en la tierra magra.
Solsticio invernal que desparrama gema
cuan verdad enmascarada.
Candor de flama
que fuerza al alma a huir del desierto
con la esperanza de encontrar aquí un huerto.
Suelta el trueno
y toda esa luz al espacio abierto...
desamarra el freno
que te tiene preso en el cielo
cuando agonice la noche, no serás secreto.
Dile que la amas
que es ella la dueña de cada gema
que desde tus ojos resbalan.
Que es ella energía increada
que pone lux incandescente a tu mirada.
Dile que relampagueas en sueños
rumbo al huerto donde florecen tus deseos.
En esta noche larga de tormentas inventadas...
apacigua el alma,
si ella te ama como tú la amas,
serás testigo al alba
cuando las estrellas digan hasta mañana.-
EL ÚLTIMO RETRATO
Pinté flores
con la llovizna dándoles de beber.
Pinté ocasos como amaneceres radiantes
y veranos en rebelión de otoños por nacer.
Pinté tus bostezos silentes
como gritos en lo profundo de tu ser.
Pinté las risas insomnes
y todo el pudor de aquella vez.
Pinté lágrimas pequeñas,
del tamaño en que sentí tus penas.
Pinté lágrimas profundas
como océanos de tristezas.
Pinté nuestras voces emergidas
del bullicio alegre de pertenecer.
Te pinté por dentro
cuando pinté el durazno aquel.
Pinté reflejos,
bellas almas por nacer.
Pinté tus perfiles de mujer, cerrando mis ojos,
adivinando cada esquina con mi mano sobre tu piel.
Pinté tus palideces,
sólo mis ojos las habrán de ver.
Pinté la naturaleza, a ti merodeando en sombras
aunque las formas pudieran parecer otras.
Te pinté en cada cosa que pinté,
aunque unos pocos te puedan ver.
Pinté dos hojas secas,
un epitafio,
y cicatrices que el tiempo no ha de remover.
Vientos helados secaron tus labios,
me arrebataron tu ser,
dos hojas muertas,
un epitafio
el último retrato que de ti habré de hacer.-
GAROTA DE MARACAJAÚ
Enteras las noches,
deambulo nostalgias.
Noches enteras bajo luces como flamas,
en ignota ciudad al bies de mis ansias.
Palpitante como escarapela en el pecho,
un corazón late en fanfarria.
Mientras la salina llovizna
de mis lágrimas
la pensaban.
¡El universo que nos unió está tan lejos ahora!
como las rompientes olas de Maracajaú..
Como las orillas candentes de sus verdes aguas.
Efímera la impronta que dejamos;
tan efímera como huella en el lozadal,
en ese universo ramplón,
no quedó de nosotros tesoro
ni pedestal.
Batiente -sin embargo- , tú
mariposa de un día,
agitas tus alas en mis noches de nostalgia
en una ciudad de millares de almas
que ninguna eres tú.
Que por no corresponderte una,
mi sonrisa se acalla.
Hay un universo de único sol
entibiando la arena de un reloj.
Sin pausa.
¿Mirarte?
¿Quue te mire?
Hay sonrisas coo la tuya bajo la alfombra,
un par de ojos asomándose tras las góndolas,
y unas piernas,
como las tuyas,
esculpidas en rca,
en cada playa de estas zonas.
Sí supe,
después,
que jamás pensaría en otra.-
Marcelo Ferrer
Imágenes: Pinturas del artista ruso contemporáneo Mstilav Pavlov.
quiquedelucio@gmail.com
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