Elena Medel
Poeta y crítica literaria española nacida en Córdoba en 1985. Forma parte del equipo coordinador de "La bella Varsovia" y colabora como articulista en diversos suplementos literarios de la prensa española. Ha publicado los poemarios: "Mi primer bikini" (2001), Premio Andalucía Joven, "Vacaciones" (2004), "Tara" (2006), "Un soplo en el corazon" (2007), "Cuentos eróticos de San Valentín" (2007), etc. Parte de su obra ha sido traducida al árabe, inglés, italiano y portugués.
"Sólo yo sé cuándo sobrevivimos.
Lo sé porque mis dedos
se transforman en lápices de colores"
PUNTO DE PARTIDA poesía de Elena Medel
Un poema condenado al ocio.
Sus dieciocho versos montan en autobús
y guardo en la cartera -dibujos animados-
dos pasajes con destino a la garganta.
Tu móvil, apenas unos céntimos, sonrisa:
ganarte así, renegando de Espronceda.
Tus besos son la excusa del verano.-
CANDY
Rota sobre el arcoiris,
descubro que la lluvia
es mi única coraza.
De noche se me forman
piscinas en el hombro,
mientras cuento mis pecas.
De mañana, imagino
que buceo en ellas:
que mi nuez es esponja,
que escribo mis poemas
con la ruina de nadie.
En el fondo de todo
-cuyo cielo es trapecio-
mi cuello de botella
se empequeñece y ríe,
con un mensaje dentro:
salir jamás de aquí
hormiga a pata renga.
O tumbada en añil:
mi barbilla es cruel
y araña el imperdible
que sujeto mis botas,
o me arranco de cuajo
el punzón que me aferra
al balcón, y me asomo.
He estado ahí abajo.
Golpeo el techo y llueve.
Diluvia mi cabello:
la lluvia es mi defensa;
éste, mi himno acuático.
He estado ahí abajo.
Abajo, más profunda.
Donde puedo estar sola.
Incluso más abajo,
incrustada en el fondo
del agua o de la tierra.
Trenzas destartaladas:
soy muñeca de sucio
trapo, pisoteada,
rota sobre el arcoiris.-
ESCRIBIRÉ QUINIENTAS VECES
Escribiré quinientas veces el nombre
de mi madre.
Con un vestido blanco trazaré cada una
de sus letras por las
paredes de ni dormitorio,
por el suelo del patio del
colegio, por el pasillo de la casa
más antigua.
Para
recordar mi origen cada vez que yo viva.
En todos los lugares podré besar sus mejillas
limpias de
cristal, aunque ella duerma lejos:
sus mejillas cercanas que me dolerán
donde acaricie
su nombre escrito.
Tantos días, tantas noches habrá de alimentarme
amorosamente con su parábola descalza;
vendrá mi madre a arroparme, mujer de humo,
con los ojos
tiritando de suerte,
y en cada sueño mis apellidos dolerán como un
cartel de
bienvenida a un hogar diferente.
Sobre mi cabello, rubio como el de mi madre, la
corona que
me ciño como hija primogénita de
Dinamarca.
Me llamaré Vacía, en honor a mis muertos;
miraré cómo
retozan de acrílico las palmas de mis manos.
Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre,
nací para llorar la muerte de otros.-
Elena Medel
Imágenes: Pinturas del artista cubano contemporáneo, Jorge Arche.
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio
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