Derek Walcott
Poeta y dramaturgo antillano nacido en Isla de Santa Lucía en 1930. Estudió en el St. Mary's College de la isla y luego obtuvo el título de Literatura por la Universidad de Jamaica.. En 1981 se radicó en los EE.UU oficiando como profesor en la Universidad de Harvard. Es autor de una vasta obra poética representada en gran parte por "Colección de poemas 1948-1984", "Testamento de Arkansas" (1987), "Omeros" (1990), etc. . Obtuvo, entre otros galardones, la Medalla de Oro de la Reina de Inglaterra y el Premio Nobel de Literatura 1992.
"Las gaviotas descubren con el rocío de las olas,
mientras los rabihorcados hacen círculos
durante horas en un batir de alas,
alrededor del arrecife donde un barco se oxida"
EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR poesía de Derek Walcott
El tiempo vendrá
cuando, con gran alegría,
tú saludarás a tú mismo que llega
a tu puerta, en tu espejo,
y cada uno sonreirá a la bienvenida
del otro, y dirá
siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fue tú mismo.
Ofrece vino. Ofrece pan.
Devuelve tu amor a ti mismo,
al extraño que te amó
toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón,
que te conoce de memoria.
Recoge las cartas del escritorio,
las fotografías, las desesperadas líneas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.-
FAMA
Esto es la fama: domingos,
una sensación de vacío
como en Balthus,
callejuelas empedradas,
iluminadas por el sol, resplandecientes,
una pared, una torre marrón
al final de una calle,
un azul sin campanas,
como un lienzo muerto
en su blanco
marco y flores;
gladiolos, gladiolos,
marchitos, pétalos de piedra
en un jarrón. Las alabanzas elevadas
al cielo por el coro
interrumpidas. Un libro
de grabados que pasa él mismo
las hojas. El repiqueteo
de tacones altos en una acera.
Un reloj que arrastra las horas.
Un ansia de trabajo.-
DESENLACE
Yo vivo solo
al borde del agua sin esposa ni hijos.
He girado en torno a muchas
posibilidades
para llegar a lo siguiente:
una pequeña casa a la orilla
de un agua gris,
con las ventanas siempre abiertas
hacia el mar añejo. No elegimos estas
cosas.
Mas somos lo que hemos hecho.
Sufrimos, los años pasan,
dejamos caer el peso pero no nuestra
necesidad
de cargar con algo. El amor es una
piedra
que se asentó en el fondo del mar
bajo el agua gris. Ahora, ya no le pido
nada a
la poesía sino buenos sentimientos,
ni misericordia, ni fama, ni Curación.
Mujer silenciosa,
podemos sentarnos a mirar las aguas
grises,
y en una vida inmaculada
por la mediocridad y la basura
vivir al modo de las rocas.
Voy a olvidar la sensibilidad,
olvidaré mi talento. Eso será más
grande
y más difícil que lo que pasa
por ser
la vida.-
Derek Walcott
Imágenes: Pinturas de Jaime Colson (República Dominicana, 1901-1975)
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio
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