Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 3.036-
Daniel Arenas Martín
Poeta y novelista de España, nacido en Azuaga, Badajoz, en 1945. Actualmente reside en Valencia. Es catedrático de Bachillerato de Lengua y Literatura Española en el Instituto San Vicente Ferrer de Algemesía, Valencia. Crítico de arte y fundador de la revista de cine "Encadenados". Obtuvo el Premio Felipe Trigo de novela. Ha publicado los poemarios: "Bosque", "Andenes", "Olas", "Límites", "Tierra", etc y las novelas: "Perdón por enseñar", "Viviré si no me olvidas", "Dos Gardenias para ti", "Bajo los árboles azules", etc. Fue finalista del Premio Azorín. Con sus textos ha participado en numerosas antologías de su país.
"Tú volverás. Tú volverás
al cementerio de uve dobles
con la ignorancia de los ojos abiertos
y con el corazón que reconoce"
BOSQUE
Ofrenda delicada arcilla vaso
al que amor dio forma suavidad leve
promontorio que los dedos recorren
epasada superficie delicia
de los ojos extraña unión de agua
y barro limo marino aventado
por el espíritu cuando te miro
desnudo sedimento de mis manos
perfil de luz gozosa qué alfarero
amasó tus delicadas texturas
vasija hecha para beber la vida
que no oculta su pasado
de tierra
el fuego que nos alimenta
da señera forma
al barro de tu cuerpo.-
Del libro: "Andenes" (Aguaclara , 1990)
LA MUERTE
Todo el verde del mundo
está en tus ojos,
pero tus ojos cesarán
un día
y el verde seguirá en
el mundo.
Puede que,
más tarde,
también el mundo
desaparezca y sólo el verde
quede sin ti
y sin el mundo.-
Del libro "Olas (Brosquil, 2003)
OLAS
Premio Internacional
"Instituto de Estudios
Modernistas" de Poesía
2001.
para que el aire
entrase por mis ojos
y circulasen locomotoras
por mis venas.
Bastaba oler su pañuelo,
entrar en el baño
después que ella hubiea salido.
Una locura su olor.
el olor de su sexo en mis dedos
durante horas y horas.
Su risa que se repetía en las paredes
de la casa como un eco
de su cuerpo ávido y tenaz.
Bastaba verla desvestirse
con los pechos
palpitantes,
la cintura en declive
hacia el vértice esfumado
de sus piernas. Bastaba
que me mirase apuntando
la luz
en sus ojos,
deslizándose por su cuerpo.
Bastaban sus bazos
en el aire
para que mi deseo
aumentara más
y más.
Esto explica por qué
desde entonces
sólo he tenido aventuras
y me he propuesto
que duren poco.-
Daniel Arenas Martín
Imágenes: Pinturas de Law Stephanie
quiquedelucio@gmail.com
Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal
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