Octavo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 4.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 2.318-
Ela Cuavas
Poeta de Colombia, Nacida en Córdoba, en 1977. Licenciada en Español y Literatura. Es docente de Lengua Castellana de la Universidad de Córdoba y de la ciudad de Cartagena. Ha participado en el Festival Internacional de Poesía en el Caribe, Barranquilla; en el Festival Internacional de Poesía en Cali y en el Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en Careté. Sus poemas y ensayos han aparecido en periódicos como El Universo de Cartagena y El Meridiano Cultural de la de la ciudad de Montería, así como en revistas de circulación nacional como "Puesto de Combate" y la revista "Clave" de Cali. Forma parte de la antología de poetas colombianos preparada por Federico Díaz Granados para la revista mexicana de literatura "Círculo de Poesía".
"Mis huesos desnudos
no son necesariamente una mala señal,
es probable que en el afán de mostrarte
el color de mi alma la sonrisa desfigure una mueca"
UNA PALABRA
Quiero una sola palabra
que lo nombre todo,
el dolor de la infancia,
el miedo al amor,
la rosa que se desborda de belleza,
el canto de la luz en mi ventana.
Quiero acertar
con una sola palabra.
Porque el poema no basta.-
ERÓTICA DEL AMOR INTOCABLE
Dibujo tu cuerpo entre las pesadas sábanas que parecen nubes,
cuerpo de niño que no conoce el vaivén de las olas;
tu cuerpo sin tiempo, que espera una noche,
un rayo de sol, un canto de ave
para despertar, para perderse en un vientre,
quizá el mío, o el de la niña
que canta a la orilla del mar.
Te busco transparente entre dos músicas lejanas,
desdibujado por el vino,
liviano de deseo.
Anclada en la noche te busco,
para despertar del sueño.-
Tú me esperabas frente a la galería,
con aquella blusa azul casi transparente
y una fina sensualidad en tu labio inferior
que no necesita lápiz,
porque las mujeres como tú
son más que carne.
Yo, al otro lado, en la estación,
viendo partir autobuses,
con la tristeza de un judío
que ve partir el tren en una película nazi,
atravieso la calle; y el agua y sus colores
se desvanecen lentamente en la acera;
los cristales de la galería revelan
las trampas de la luz.
Eres la mujer con la que soñé una noche,
sentada en mi mesa,
bebiendo de mi vaso,
bailando un jazz de Jhon Lee Hooker,
cabello azabache, ojos de pantera.
¿Dónde hubiéramos ido esa tarde
de alucinados demonios
en las que neones y automóviles
nos ocultaban el cielo?
Aquel día que no quisiste seguirme
porque te sedujo el canto de un pájaro
y yo tuve que devolverme ebrio
a mi barrio de hojalata.-
ME RECONOZCO EN ESTA CASA
Estoy sola con los lotos.
Cuando el cristal se quebró
temí al nido de las arañas
y no encontré otro refugio.
Ahora quiero regresar a la casa
pero estoy empapada,
subo la escalera y el humo me aturde.
Ahora un sabor de vino fuerte,
ahora un blues, creo que es Billie, no lo sé.
Creo que amé o habité en esta casa;
he encontrado mis monedas en la fuente,
trato de recomponer mis fragmentos.
Mi presencia en esta casa es un aleteo.
Sólo un canto triste de ave.
Una mujer se peina en el balcón,
las estrellas lo anuncian;
creo que me reconozco en esta casa.-
Ela Cuavas
Imágenes: Pinturas de An He.
quiquedelucio@gmail.com
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