Publicación N° 2.311-
HOMENAJE EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
" Qué fue de la erótica
de la entusiasta
de la insaciable
de esa loca que bailaba"
Eugenia Echeverría (Chile, actual)
Para hacer un reloj, un calendario
del tiempo no vivido
está Elena teje que teje su cabello
sentada en su sillita
arriba de la torre
debajo de la luna
al borde del precipicio.-
II
Ser íntimos a ratos
y
la mayor parte del tiempo
solitarios
traficando sueños donde
ninguno de los dos
puede entrar
de la mano del otro.-
Beatriz Giovanna Ramírez (Colombia, 1979)
Cuando pare la lluvia...
jugaré con tu sombra,
cubriré mis ventanas,
liberando mis sentidos olvidados.
La sombra oculta, silenciosa,
esclava de la forma, tomará luz propia,
hablaré del color y el sonido,
de los pasos de la infancia.
Cuando cese la lluvia.
Te habito con las sombras al otro lado
de mis sueños.
Paisaje de metal, monedas brillantes,
romerías de gente al caminar,
silencio,
silencio cómo oprimes mis gritos,
cómo me ahogas.
¡Qué cese la lluvia!
¿Qué pare la tormenta!
Quiero que hagamos el amor
para que deje de llover.-
Carolina Quintero Valverde (Costa Rica, 1989)
Cruzo las sombras de una ciudad
Despierto con huellas
que no me pertenecen,
arranco mi ropa.-
II
Tejo la desgana sobre los hilos de mi piel.
Él observa mi ritual de desnudarme
e improvisar su abrigo.
Juego con las hojas
que mueren en la tierra.
Perturbo la secuencia del mundo
en sus charcos.
III
Nunca logré tirarme de esta hamaca
ni dar una revolución completa.
Me acostumbré
al mecerse aburrido de la tristeza
y a no poder tocarlo.-
Ileana Álvarez (Cuba, 1967)
Volverme pies arriba,
ramas adentro, raíz al cielo
como un árbol invertido.
Volverme, sí, confundiendo los pájaros
que torpes anidaban mi pequeñez.
Confundir a los vientos,
el envés de la noche,
los arcos indomables,
la tarde , su jauría.
Como en un laberinto de espejos, infinito,
confundirlos a todos,
que no logren llegar jamás
hasta la estrella que en el centro
muere y renace, infinita también,
que no toquen sus giratorias espadas,
el fuego líquido de los labios.
Abrazar la lluvia con mis piernas.
beberla luego mis cabellos,
los ojos.
Ah, verlo todo distinto.-
Lya Ayala (El Salvador, 1973)
El olvido me aguarda
y me teje la trampa:
a veces recuerdo tus ojos,
tu cabello,
tu figura delgada
pero la memoria con su ataúd
de sombras
se queda detenida en el inmortal gesto:
tus manos abriendo aquel libro negro
con su envoltura dorada.
Allí estaban las palabras,
como gaviotas en medio del agua
era un tiempo lejano
cuando el alma escampaba cerca
y yo navegaba en mi barco
y tú mirabas el mar
y el fragor del alma.-
Mujeres Poetas
Imágenes: Pinturas de Vladimir Gusev.
quiquedelucio@gmail.com
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