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domingo, 20 de febrero de 2022

Agua materna

Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.










Publicación N° 2.934-





                                                                                                                Aurelio Camarillo

Poeta y periodista de México , nacido en Xiotécncatl, en 1959. En !993 obtuvo el Premio de Poesía Aguascalientes con el libro: "En memoria del reino". Parte de su obra publicada es: "Espejos que se apagan" (Universidad de Zacatecas, 1988), "La casa del poeta y otros poemas" (Editorial Cuarto Creciente, 1992), "En memoria del reino" (Instituto Nacional de Bellas Artes, 1994), "Huerto infantil" (San Juan del Río, 1996), etc.


                                                                         "Una noche tus muslos se abrirán
                                                                           como un libro para mí. Y como
                                                                           un libro te leeré, como un poema 
                                                                           con olor a deseo pausado las sílabas"









AGUA  MATERNA

Arteria de estos ampos.
La maldad crece lejos del brillo de sus aguas.
Es un río solitario en el pecho caliente de este trópico.
La luz que entra en sus aguas olvida pronto el cielo
y en el fondo las piedras son huevos de cierta ave
que no sabe volar
sino en el corazón.

II


Peces fuera del agua son nuestros corazones
lejos de esta corriente.
En el lecho del río dormitan los recuerdos.
Cada atardecer vuelan gritos de muchachas
sobre las tibias aguas de este sueño;
nadan en él, en él se bañan
y las aguas se endulzan con sus cuerpos.

Una de ellas,
la más hermosa ninfa que cruzó esta corriente,
me dio a beber el sol que atardecía en su boca
y no hay noche en mi cuerpo desde entonces.-

III


Todos los días, por la angosta vereda
que nos dejaron los abuelos,
bajamos hasta el río
como bajan los pájaros al atrio de la iglesia.

Con gritos y canciones adornamos la luz
y el aire de verano que son nuestras
estancias favoritas.
Somos aves buscando agua para beber,
para hundir nuestro asombro,
para dejarnos llevar por la corriente.

IV


Un enorme sabino con tres siglos de sombra
hunde sus largas ramas en el río.
Desde su copa el sol emerge y nada hasta la orilla
y nuevamente hunde y se lanza.
Así es todos los días.
Cuando llegue el invierno
le haremos un lugar en nuestro patio
y él, que todo lo graba en su memoria,
nos hablará del tiempo en que la luz
andaba por la tierra sonando cascabeles.

V


El verde de estas aguas
no se marchita nunca en nuestros ojos.
Cuanto más contemplamos ese fllaje
intenso de sus olas
tienen más savia nuestros huesos.
Aquí nacimos. El barro que ahora somos
se amasó con esta agua
y el aliento de dios
no pudo desprendernos de esta tierra.-



CAUCE INTERIOR

Como todos los niños, hicimos barcos de papel
y nos subimos en ellos
y nos fuimos.
Después tuvimos uno verdadero,
una lancha pequeña,
y en ella recorrimos la misma trayectoria.

Hoy poseemos las dos cosas.
Cada mañana nos esperan.
Mas preferimos los barcos de papel
porque desde ellos
el río se hace ancho
como el mar que nunca
hemos conocido.-





                                                                                          Baudelio Camarillo



Imágenes: Pinturas de Knight Ridgway.





quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal.

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