Octavo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Luco. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 4.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 2.337-
Elvira A. Quintero
Poeta y ensayista de Colombia, nacida en Cali. Ha publicado los libros de poesía: "Las memorias de Alejandrina" (Argentina, 2011), "Los nombres de los días" (Bogotá, 2008), "La mirada de sal" (Cali, 2005), "La ventana - Cuadernos de Ana Ríos" (2003), "La noche en borrador" (Chiquinquirá, 2000), "Hemos crecido sin derecho" (1982), etc. Escribió el ensayo literario "El pozo de la escritura" (Cali, 2010). Por su obra poética recibió el Premio de Poesía Antonio Llanos (1984), el Premio Nacional de Poesía Ciudad de Chiquinquirá (1999) y el Premio de Poesía Jorge Isaacs (2004). Fue finalista del Premio nacional de Poesía Héctor Rojas Herazo (1983) y en el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura (1998).
"Veranos repetidos en cada cigarrillo
hemos querido a veces fugarnos por
las calles y atravesar la tarde
en los juegos de los niños"
HEMOS CRECIDO
Estamos en esta locura
vos y yo
solamente.
Hemos perdido el cielo.
Hemos perdido el derecho de asombrarnos
vos y yo
solamente.
Hemos crecido sin derecho
vos y yo
solamente.-
A SARA
Las mañanas son tu nombre
y tu dolor que me llegaron juntos,
y hasta tu voz que me derribó en silencio.
Las mañanas son tu boca
llenas de versos sin vocales,
llena del color de tu sonrisa.
Las mañanas,
las descubrí cuando lloraste un día
y tus lágrimas reconstruyeron
el mundo en tu figura.
Las mañanas que yo las vi
junto a tus pies desnudos.-
5 P.M.
Ella habita el mundo que le dejó su padre.
Su padre recio y tierno,
cuando se levantaba en la niñez a jugar
frente al espejo,
haciendo muecas para que ella riera.
Parece que se hubiera detenido la vida.
Los días de la pasión en el bosque,
con su amado,
están tan lejos.
Tan lejana la gloria y la dicha,
el deseo de correr en la calle desocupadas.
¿Hace cuánto sus labios no se besan?
¿Hace cuánto no recorre la electricidad
su cuerpo?
Y los pasos
¿Hace cuánto la llevan nada más
que a los sitios permitidos,
bajo toda la luz del día,
en qué obediencia?.-
TODOS LOS DÍAS
Me levanto y no rezo.
Me repito que no volveré a lo mismo de ayer.
Reinicio el desordenado ritual de preparar
cuerpo y ánimo para mostrar al mundo:
La prenda apropiada busco en el armario,
la frase que taladra silenciosa mis oídos
pronuncio en el silencio de mi boca.
No sale, se guarda, se recoge.
Se suma maravillosamente
de otros gritos que también quieren salir.
Todos los días me digo que no puedo ser más esto.
Que no lo volveré, que no lo haré,
que lo diré.
Y después de haber gozado en el sufrimiento
de intentar aclarar
mi pensamiento en la escritura,
repito el desorden, la ambición,
la locura, la codicia, y me digo que mañana
será por fortuna otro día,
en que habrá tiempo
para los buenos propósitos.-
Elvira A. Quintero
Imágenes: Pinturas de Cayetano Arquer Buigas (España)
quiquedelucio@gmail.com
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