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miércoles, 6 de diciembre de 2017

Cenit


Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.500 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación N° 1.879-



                                                                                                                   Armendo Maldonado

Poeta y gestor cultural de Honduras, nacido en Tegucigalpa M.D.C., en 1983. Fue fundador del Grupo Literario "Máscara Suelta" y miembro del Taller de Poesía "Edilberto Cardona Bulnes" en la Universidad Nacional. Parte de sus textos fueron publicados en "Caballo verde", "Antología poética del taller literario" (2006), "Sociedad anónima, Memorias del I Festival del Poema Inédito de Honduras" (2007), etc. Fue participante invitado al V Festival Interuniversitario Centroamericano de la Cultura y el Arte FICCUA , realizado en Nicaragua en abril del 2007. Actualmente miembro del Colectivo de Poetas Paísposible.



                                                                                                                        "Aquí, casi siempre,
                                                                                                                          uno aprende a escribir
                                                                                                                          del dolor con
                                                                                                                          las dos manos"













CENIT

Cuando llega el cenit,
toma forma de una mujer
que pide caricias en el pelo.
Y así llega la hora
en que su horizonte se maquilla de
atardeceres,
todos vuelven a sus cuevas;
en el camino,
los semáforos le provocan coágulos
y nadie viene en su auxilio.
Las ambulancias que pasan como agujas
por camellos,
absorben la prontitud de los enamorados
que buscan la banca vacía.-



POEMA I

Ella se duele en mi pecho desde que no estás conmigo.
Maldita sea la hora
en que juraste amarme siempre,
ahora donde vayas
cargarás con el demonio de mi nombre,
alegarás demencia al escucharlo pero,
el ruido de los autos será eco de nuestros besos,
los árboles en la plaza te preguntarán a gritos
porqué tu mano va de la mía.
Los perros del vecindario
te verán con desprecio,
y el rígido concreto que pisas
abrirá su boca de grieta
y morderá el tacón de tus zapatos.
Abordarás el autobús,
pagarás tu pasaje con mis lágrimas,
y te darás cuenta de lo solitarios
que son sus asientos.
Ella me duele,
y ella escupirá tu cuerpo con los charcos de la calle;
pero tú metiste los edificios en mi lecho,
preñaste mis venas con el vidrio de tu voz.
Hiciste de mí una copla de barrotes con cerradura.
Ahora ella busca morir dentro de mí.-



POEMA XI

La plaza está ungida por el recuerdo de besos,
asaltos, pájaros, amigos y mujeres.
Los ancianos simulan recordar,
pero ellos saben que los recuerdos
son conejos
que brincan en las mesas de los cafetines.
Los asesinados
observan a la gente pisar el recuerdo de la sangre,
olvidar el diluido eco de una bala,
o el espanto brillante de un cuchillo.
El pasado y su material de espectro
está en el catedrático reloj,
desde allí divisa y establece
las directrices del llanto y de la risa;
observa desde esa necrosanta altura
como se mueve un pañuelo de humo
sobe el juglar del mediodía.-



POEMA VI

En ella
hay simulacros de espuma
concierto de pistones y herramientas.
Uno camina por las avenidas biliares,
atraviesa los puentes neurálgicos
y por simple casualidad o destino
encontrará pociones
de hielo forjado con martillo.
Encima de ella
hay un cielo bocabajo,
los pasadizos que se forman
en el aire que separa a los edificios
se visten de eternidad
bajo el filo verde del horizonte.-



POEMA XIX

Hay rojos clítoris colgando
en los portales de los burdeles.
Observen los burdeles,
tibios, cuajados,
con olor a cerveza, falos, pelos, agujeros,
gelatinosas sustancias que corren por los dedos
y cuartos rentados por media hora.
Oigan a las putas...
gimen igual a una ciudad,
abren sus piernas como avenidas
y las estatuas caminan en su humedad.
Saboreen sus cuerpos,
desnudos,
expandidos,
como pan mojado,
gotas, pedazos,
jirones,
añicos de vida sin nombre,
pequeñas ciudadelas de dinero y sudor.-




                                                                                                                  Armando Maldonado




Imágenes: Pinturas de Pino Daeni.






quiquedelucio@gmail.com






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