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viernes, 13 de octubre de 2017
La consistencia
Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.824-
Patricia Díaz Bialet
Poeta argentina, nacida en Buenos Aires en 1962. Egresó con el título de Profesora Nacional en idioma Inglés. Fue alumna de los Talleres Literarios de Poesía de la SADE de 1980 a 1984. En 1987 su libro ""Destierros de arena" recibió el Primer Premio en el Concurso Nacional , otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía. Publicó los siguientes libros de poesía: "Los despojos del diluvio" que obtuvo el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1989, "Testigo de la bruma"(1991), "La penumbra de la luna llena" (1993), "La dueña de la ebriedad de la rosa" Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1993, "Los sonidos secretos de la lluvia" (1994), "El hombre del sombrero azul" (1996), " Las otras palabras" (2007),etc.
"y ella canta secretamente su aria
de nupcias con la vida
porque tiene la certeza de que todo
finalmente tumba hacia la tierra"
LA CONSISTENCIA DESEADA
Yo hubiese querido ser la mano izquierda de Joyce
o la seda de los vestidos de una reina
o la sonrisa fugaz que sintió Da Vinci.
Pero soy una mujer.
No conozco la grandeza de los objetos.-
NUBLADO
Dentro de tu cuerpo nadie podrá detenerme.
Me lo aseguraron los truenos de Escandinavia
lanzándome sobre el placer de la tormenta.
LAS JOYAS
Cuido cada poema como una reliquia.
Aunque detrás de los papeles
la miseria de mi vida aguarde
el momento para atraparme.
Pero yo conozco mis poemas
como la contraseña de los fugitivos.-
EL MOVIMIENTO EXTERIOR
Entran por la ventana las desoladas cumbres de la nieve
y el negro vestido del mar.
Nos encuentra desnudos.
El uno sobre el otro.
Sin más poder que nuestras manos quietas
bajo la sábana de seda de la mañana.
Porque nosotros calentamos nuestros pies
junto al fuego de la poesía.
Y nada más hace alta.
Nos parecemos a los juncos eternos del paraíso
que nadie ha visto nunca.-
NO SOY MUJER DE ESTAR ENTRE LAS OLLAS
No soy mujer de estar entre las ollas
ni siquiera incipiente prostituta
convivo con el hombre hasta que aguanto
hilvano pesadillas de trabajo en ésta
mi ciudad ambibalente
Mi perra es el alma que se cuela entre la nube
en plenilunio
el río, mi más perverso compañero
-cada mañana recuerdo cómo fue lanzado
el cubo de agua en los que ya no regresan-
Rindo homenaje a mi hartazgo ante la utilidad
de las cosas
Hago lo opuesto de lo que necesito
No sirvo para las tretas de la vida
ni para la tediosa albúmina que abreva en mi pena
No sirvo para tamaña procesión de guerra
para la locuaz enmienda del dinero
Para la sobrevida
Los lujos
o la madeja de pánico que se entromete en mi sueño
Entonces creo que el abrirme a vos es necesario
pero nunca suficiente
Yo necesitaría un hombre ángel
Alguien que amordace el tiempo subterráneo que me nace
el palmo de frescor que me regrese al revés de la noche
y finalmente un lugar esponjoso
en donde hundirme para siempre.-
DE CUANDO APRENDÍ A NO AMAR
y entonces los demás me atraen me cobijan me gobiernan
pero bien internado en mi muslo hay algo de avestruz que huye
algo de vértigo profundo de malabar equivocado
por eso algo de mí
no todo
algo de mí se despedaza se quiebra se anquilosa
y regresa serenamente con sus escombros
a su lugar de animal doméstico
y también algo de mí se yergue en caja de bestia
y me lanza estrepitosa hacia tu cuello erguido
hacia tu siemprenunca transparente en la promesa
algo de mí se evapora cuando me atraen me cobijan me gobiernan
cuando en este mismo sillón el dedo infame me corrompe
cuando justo debajo de tus glúteos se desenvuelve
la parsimonia exacta
cuando entreveo vellos en septiembre
hombres duchas jabones diezmados en fricción tremebunda
Por eso declaro que algo de mí
no todo
se repone a sí mismo el coto de ciervos malheridos
algo de mí se fuga envuelto en palabras
mientras miento felizmente en descaro de ahogo
y vuelvo a abofetear el aire
y me elevo desierta de mí
como se eleva el alma de celofán
de los niños cuando mueren.-
Patricia Díaz Bialet
Imágenes: Pnturas de Zula Kenyon (Estados Unidos, 1873 - 1947)
quiquedelucio@gmail.com
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