Publicación N° 1,257-
Marcela Predieri
Poeta y narradora argentina, nacida en Buenos Aires el 9 de junio de 1960. Entre 1989 y 2007 publicó los poemarios: "Sangre de amarras", "Invierta un hijo", "La pancarta", "Los andamiajes del miedo", "Ébano", etc. Su quehacer literario fue incluido en antologías de poesía, poemas ilustrados, cuentos y relatos infantiles.. Desde 2006 coordina libros colectivos de cuentos y poemas, tal como lo hizo con la novela "Puzzle", concebida entre once narradores. Dirigió las revistas literarias "La Mazmorra1 y "La avispa" y es colaboradora del diario La Capital de Mar del Plata. Desde el 2000 organiza el Café Cultural "De la palabra"
"Ella defiende con garras
el derecho a ser parte de su hombre
apenas delgada invisible a su costado
la costilla de Adán que lo sostiene"
- UNA Y MIL VECES
Juré no volver a escribir
y acá estoy
encadenada a un círculo de ébano
Un poema para quién
o para qué
si una vez más
me amortajo a la blancura
Rea de tu red
me hago antifaz
No quiero sumergirme en otra temporada
ni hacer símbolos de mis ebriedades
Como un barco
naufrago
otra vez en mí
y me aburre
tanto.-
TANDEM
No he de quererlo
pero es inevitable como la sombra esclava a los tobillos
No estoy segura de mis brazos
ni es lugar de la razón la boca contra el pecho
pero no encuentro otra manera de quedarme
si no es bajo tu asombro
que me envuelve de lámparas y miedo
Ya no estamos juntos
pero igual amanece
a pesar de nosotros
a pesar de los bostezos y las tazas vacías de café
Habrá que demorarse en el tacto imperceptible
quebrarle las piernas a las horas
para que se queden
para que no ocupen el lugar de nuestros cuerpos
"Porque hay dos historias"
una nos demora y otra nos arranca
de la feroz realidad de baldosas
Ser dos rutinas que se besan
sin encontrarse jamás
sin haber sido nunca
Por eso barro lágrimas de los rincones del cansancio
Sé que hay una capaz de mi nombre y la estocada
Estoy segura a una milla de la dársena más oscura del puerto
precisa como una luz de banda
desgarrada en su mitad
abierta a las leguas de las olas
Estoy iluminada por faros invisibles
a espalda de tu nombre marinero
de la obscenidad de los portazos
y la desnudez que el viento nos reclama
Recorramos entonces los bares de muelle
bebamos vodka y miseria
Podemos renguear y seguir vivos
como viejos amantes
ante el temblor de cicatrices jamás besadas
Porque la espera marcha hacia el costado
tibio de los relojes
como siempre
antes de dormir desnudos
usando el monólogo del sueño se encabrita
y las curvas de la noche nos entrelazan.
No me siento sola
El cielo está sangre de mis dedos
aguachea
pero sabe de mí
Por eso aguardo
paciente
a que haga un dosel con todos mis reparos
y lo derribe por fin
como a cualquier invierno.-
DUERME MI BOCA
Ciega del oficio de increpar a Dios
pongo mis manos dóciles sobre todas las cabezas
y me hinco ante Su Nombre
Mi alma se hace tarde
pero no soy yo
herida
sino sus uñas las que tienen el nombre de mi grupa
Es que veo en la Custodia el azote de sus ojos
es él quien se encumbra
-tan niño que da pena-
con su cáliz vencido ante mi embriaguez
Por eso mi arrogancia se reclina
pujo otra plegaria
-tal vez un pésame
que no llega a consumarse-
Hoy
es el bautismo de la culpa
Mi madre está pariéndome
pero no creo que haya agua
que me devuelva a la inocencia
Sobre ella cabalgo
como un eterno domingo
sin fiesta de guardar.-
RUTINA
Los puños se clavan a las sábanas
la boca mordida
su queja apenas diente
Él sabe amarla
muda
ella no sabe
Ella enciende la luz frente al espejo
Para salvarse
se pinta los ojos
masturba su imagen
Y por fin se abre
todo rouge y sangre
en una sola mueca
Ellos se aman así
en silencio de noche
a pura lágrima.-
Marcela Predieri
Imágenes: Pinturas de Gabriela Munter.
quiquedelucio@gmail.com
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