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miércoles, 13 de enero de 2016
Confesiones
Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.243-
Diego Ojeda
Poeta, narrador y músico de España, nacido en diciembre de 1985. Desde el año 2010 ha enfatizado su faceta poética, ganando varios certámenes y realizando periódicamente recitales y presentaciones con otros poetas del circuito español y mexicano. Ha publicado los poemarios. "A pesar de los aviones" (2012), con una cuarta edición en 2014, "Mi chica revolucionaria" (2014), "Siempre donde quieras" (2015). Ha participado en numerosos hechos artísticos en los últimos años y ha prologado varios libros de poesía y trabajos recopilatorios.
"Quiero una ciudad sin tiempo,
sin melancolía y angustia,
sin gritos y frustraciones,
sin sobredosis de mentiras"
CONFESIONES
Soy un tipo con suerte.
Creo en la ternura, en la luz
y en la memoria de todos los olvidos.
Soy un pájaro que vuela con mar,
viento de ayer sin dirección,
soy el cielo de Madrid.
Tengo un pasado insomne,
he dormido en algunos corazones,
he sido adicto a los dramas,
he dejado amores sin usar
por miedo a cumplr promesas que nunca hice.
El tiempo lo cura todo
pero yo nunca olvidaré el dolor
que me costó sacar a esa mujer de mis cuadernos.
Deseaba que se perdiera y que volviera a llamarme,
que me matara y volver a buscarla.
Tardé más de un año
en quitarme del cuerpo
el olor de aquel verano,
en volver a dormir solo
en una cama para dos.
Durante un tiempo
pagué exceso de equipaje
en todos los aeropuertos,
mi tendencia a recordar sólo lo bueno
no me ayudaba a desprenderme de todos los escombros
que dejamos en cada una de las letras
del nombre de nuestra calle.
Para olvidar
hice mil escalas en otros cuerpos,
me convertí en enemigo de la abstinencia,
acompañante nocturno de algunos tirantes.
Mi estabilidad emocional
era un ave migratoria
y algunas canciones dejaron cicatrices.
En todas las tarjetas de embarque
figuraba mi DNI
pero a veces no fui yo
quien tomó esos aviones.
Entre tantos vuelos,
entre tantas turbulencias con otros cuerpos,
un día tomé tierra
en los brazos de una mujer llena de ventanas.
Decidí quedarme a vivir.
Fue la arena de mi playa,
mi hogar,
mi accidente
y nos amamos más allá de la distancia.
Luego nos tocó asumir las diferencias,
otras franjas horarias de vida,
-ella amanecía y yo estaba anocheciendo-
siempre una hora menos,
los nueve meses imposibles.
Éste es el resumen
de mis tres últimos años.
Hoy comienza un nuevo viaje.-
AVISO POR PALABRAS
Si vuelves a recogerte el pelo
con tanta alevosía frente a mis ojos
vas a despertar al dragón
que duerme entre mis manos
y no voy a hacerme responsable
de los desperfectos.
Mi corazón es un cine de verano
cada vez que bajo al metro
y la boca de destino es tu barrio,
llamo barrio a tus caderas,
a las arrugas de tus ojos,
al tatoo de tu pie derecho,
a los 34 lunares de tu espalda.
Tú tan revolucionaria
y yo tan zen
pero hasta los desconocidos
nos miran con arte
cuando te deshielas,
cuando bajas la guardia
y apagas el busca de las dudas,
cuando retiras tu ejército,
entonces quiero salir corriendo
y borrarle la prisa a Madrid,
bajarle el sueldo a tus jefes,
curarme la alergia a los gatos,
casar a tu novio con otra,
presentarte a mi psicóloga,
follarnos escuchando a Chaouen,
pagarnos la jubilación.
Si vuelves a recogerte el pelo
con tanta alevosía frente a mis ojos
voy a cometer un disparate
y van a llorar de envidia todos los poetas.-
SI NO HUBIESES VUELTO
Y entonces
volviste.
Que nunca llegaste
a marcharte
del todo,
pero volviste.
Con la ternura imposible
de una quimera,
con el olor a quemado
de las promesas,
con tu boca poeta,
tus manos hogar,
espalda de cielo.
Entonces
volviste
y sigo pensando
que hubiera pasado
de no haberlo hecho.
No hubiese probado
aquel beso
en la puerta de un baile,
no hubiera bajado
a aquel antro
sin luz en Gran Vía,
no hubiese escuchado
a Vetusta,
no hubiera perdido
mi acento
y no hubiera escrito
un best seller.
Habría menos poemas,
más guerras internas,
olor a tormenta,
mi amor en un cuadro,
mi vida temblando
en la sala de espera.
Pero te prometo,
te pido,
te ruego
que no vuelvas nunca,
y estará todo bien,
y querrá decir
que no vuelves a irte.-
Diego Ojeda
Imágenes: Pinturas de Franz Von Stuck (Alemania, 1863 - 1928)
quiquedelucio@gmail.com
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