Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1,248-
Rosa Isabel Gaytán
Poeta de México, nacida en Oaxaca en 1955. Cursó la carrera de Licenciatura en Relaciones Internacionales en la UNAM. Ha publicado, entre otros, "La quemazón" (1996), "Esta lluvia es la misma" (2012), "Práctica de caza-Textofilia" (2015), etc. Ha participado en numerosas antologías poéticas tanto de su país como del extranjero.
"Hoy te llamo,
a que, como en otro día,
me lances una cuerda
para alcanzar la vida"
TODA TARDE ES LA MISMA
Toda tarde es la misma
con su luz
que me lleva
a extrañar cada día
que se va con el sol
pero deja su huella
en este cuerpo
que se distancia más y más
de su primera tarde.
La noche es una pausa
donde parece no haber incertidumbres,
pero abre un nuevo día
y me arrastra
de vuelta a la inquietante tarde
en la que siempre pienso
que malgasté mi tiempo y mis monedas.
Sin embargo,
la misma luz oblicua de esas horas
y su clemente intensidad,
me ayuda a vivir con tal zozobra
hasta la noche, a confiar
que la daga del día tiene un filo
pero también un lomo
sobre el cual avanzar.-
OSCURECER LA CASA
Oscurecer la casa
y hacer que cada paso
se vuelva lento y suave,
asomado a sí mismo
Mirar adentro
un tiempo que no consiste luz,
el de la palabra
que busca una salida
y encuentra,
sólo en esta penumbra
a la que escribe,
la que tiene un caldero
repleto de preguntas.
Oscurecer la casa
y esperar las respuestas
por si vienen.-
DESAJUSTE
Crece mi lado derecho
a costa del izquierdo
que atribulad y silencioso
sigue siendo el mismo.
Truenan mis huesos
en busca del necesario ajuste
entre el lado que se mueve
y el que espera.
De un lado el ímpetu
en el otro la calma.
Fueron igual de sosegados
en su casi perfecta simetría
hasta que vino mi padre
a tomarme de esta mano
que hoy, como enredadera,
abraza todo mi cuerpo,
me acaricia el cabello,
rodea mi cintura
y desarregla el equilibrio
de mis hemisferios.
No sé si el lao izquierdo
imitará al contrario,
si lo verá independizarse
o qué vendrá.
Estoy segura de este pulmón
que maneja más aire,
de la nueva fortaleza
de la pierna y el brazo
y del desasosiego entre ambos lados.
Puede ser que el remedio
sea llamar a mi madre
a sostener el lado izquierdo
y con el contrapeso
me acerque un poco
a la armonía imposible.-
LA ACEQUIA
Frente a tu puerta
corría por la acequia el agua
como tu paso por la casa,
abuela,
ahí donde entibiabas el agua de mi baño
en apsle de barro
bajo el compasivo sol de nuestro valle,
donde el geranio aún se multiplica
en el perfume que te trae a mi lado.
Esa casa que guardaba regalos
para mí en cada visita
y que huele a mezcal, a chocolate
y al matutino peine de madera.
Esta casa donde faltan los espejos
que yo necesitaba,
porque decidiste que no valía la pena
mirarte más en ellos.
El espejo era una puerta que cerrabas:
a mí me abría el camino
como el agua del apasle o de la acequia.-
BRAZOS
Miro mi brazo aún firme
y aparece aquel otro
que ceñido en lo alto por la blusa
se levantó un día ante mis ojos.
Desde abajo
miro el brazo moverse
hacia el cabello en trenzas.
Me asombra que tanta carne cuelgue.
En el rostro sonriente
veo la luz de sus ojos
mirando con dulzura mi niñez.
Frente al espejo
el recuerdo anticipa
que algún día mi brazo
ha de asombrar alguna infancia.-
Rosa Isabel Gaytán
Imágenes: Pinturas del artista italiano Gianni Strino
quiquedelucio@gmail.com
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