Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.250-
Osiris Vallejo
Poeta y narrador de República Dominicana, nacido en 1971. Es profesor universitario,tiene una Licenciatura en Ciencias Sociales de City College de Nueva York y una Maestría en Literatura Hispánica de North Carolina State University. Ha publicado los libros "Saint Domingue"(2005), poemario con el que obtuvo el Premio Letras de Ultramar, que otorga el Ministerio de Cultura de la República Dominicana, y "Cicatriz" una colección de cuentos. En el 2014 volvió a recibir el Premio Letras de Ultramar, esta vez en el género cuento, por el libro "Dimensiones en el espejo" .
"Descubro que siempre he estado triste
y que toda la ciudad es una sentencia
me queda un juego de palomas
debe haber algo que no se muera"
LA HORA DEL INSOMNE
Desprendido del sur, desheredado
por el suelo y la vida que ya no es paraíso,
muerto el tío César, hecha escombros la abuela,
fósil ya la memoria del amigo que es sombra,
dudas, huyes, te pierdes, en ese lago absurdo
de vino que hoy es puerta
que da al mar o al abismo o al llanto
o al desierto innombrable
que es a veces la sala de tu casa.
Ignoras qué espejismos poblarán tu memoria,
o qué fúnebre insecto visitará
el insomnio de tus ojos sin luz.
II
La miras desde el fondo de tu íntimo zaguán
y pronuncias sentencia con la voz que el desierto
convirtió en peregrina:
Toma hija esta mano de huesos de cristal,
petrificado el fuego de tus tres inviernos,
yo no sé quien vendrá a parir los espejos
que reclama la noche.
Sospecho, intuyo, gimo, pero no advierto, no,
ignoro demasiado.
Esa mano hecha huesos
que tiendo como un barco
en el umbral desnudo del día que vendrá,
no es cuerda, no es escape
sino acertijo inútil, signo interrogativo,
párpados fijos, muertos,
que heredé de aquel padre que aunque viva es neblina,
o espuma o espejismo en la penumbra rota
del pantano del mundo.
III
Un ay no es amuleto, no es salida, no es ala,
para escapar del vientre, exiguo, raro, incierto
de este Plutón azul que ayer era y hoy no.
Levantarte y andar como anda todo el mundo,
por la ruta imprecisa que es eterno regreso
y no decir que siempre,
desde el instante roto de ese salto al vacío
de este lago de muertos, cojeas de realidad,
Emerges, naufragas en el cosmos sutil,
imperceptible y ya casi obsoleto
de poetizar la muerte.
IV
Qué acariciable encanto hay en este perfil
de hombre solo y lejano que eres a cada paso,
silente, sigiloso, en puntillas,
dejándote abrazar por hija madre hermano
sin que adviertan siquiera el olor a derrumbe
la nada la hecatombe de ser desorientado
Que no habita la queja, ni el grito, ni el teatro,
pero se sabe insomne, muerto,
mítico, incierto.
V
Y esa casa vacía que a veces aparece
como fantasma hermoso que gravita tu sueño,
No volverá a ser tuya como ya lo es del tiempo
remoto y sin espejos
Todo es y será polvo.
Búhos, águilas, halcones,
pueblan el cielo raso del lúgubre aposento.
¿Es acaso posible el eterno retorno
a la oquedad inmensa y virginal de su sótano?
No es hora de mirar ese final de siglo
ni el remoto existir ni este ahora en tus párpados,
¿Dónde habitar, entonces, qué paredes, qué puerto
abrazar sin el ay?
...y susurra el misterio.-
Osiris Vallejo
Imágenes: Fotografías digital de artistas de Estados Unidos
quiquedelucio@gmail.com
Nos queda la palabra: nada más acertado, leyendo a Osiris Vallejo. Tan lejos y ferozmente cerca.
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