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domingo, 26 de noviembre de 2017

Sumando ternura

Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura qe organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.500 escritores, respetando el derecho de autor.






Publicación N° 1.867-



                                                                                                                           Alberto Destéphen

Poeta de Honduras, nacido en San Luis, Comayagua, en 1955. Es ingeniero industrial graduado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, de donde es docente. En el campo de la literatura ha publicado las obras: "Raíces nocturnas" (1998), "Palabras con tierra" (2002), "Manzanos del Edén" (2008), "La cortesana" (2008), "Salmos del nuevo milenio", etc. Es miembro fundador y actual presidente de la junta directiva del GrupoLiterario "El estoque". Internacionalmente ha sido parte de la delegación de Honduras en el Festival Internacional de Poesía en Granada, Nicaragua, en febrero de 2005 y en la IX Feria Internacional del Libro en San Salvador, en 2008.


                                                                                                           "No son palabras mis anhelos,
                                                                                                            son candentes deseos, leña
                                                                                                            y cenizas; alma hirviendo,
                                                                                                            vaciándose, fundiéndose"  












SUMANDO TERNURA

Qué hace en mi pecho este dolor,
si ayer era ternura, exceso.

La noche tiene vacíos
donde las penumbras llenan los recuerdos.
Ahora tengo más ojos para ver el cenit,
la caída de las sombras en los crepúsculos
de las memorias plenas.

¡Qué hace en mi pecho este dolor!
Han de ser hojas los recuerdos,
el corazón ha de ser río,
ha de ser viento
cayendo en los altares de la melancolía.

He de tener más luz en los ojos,
he de emerger
colmado del invierno.

Que no existan medias sombras
siguiéndome a la muerte.

Estoy desnudo de lluvia,
sumando ternura,
desvaneciéndome de quietud;
entrando a las lágrimas,
a los signos de las nubes negras.-



ERES

Eres entre el albor de las sábanas
el esplendor de la noche
donde no cumplo
ningún precepto de ángel.
Amorfa mi pureza que llora,
despliega imágenes
que me lle van a la sin razón
de no creer en los sortilegios
y sus promesas,
donde las pasiones de mi carne
no participan.

Eres, entrelazada en mi cuerpo,
filosa verdad
en donde nace
mi enfermedad  filosófica
de anunciar faroles bajo la tierra.

Negarte es ocultar mi propio fin,
hacer algún poema
que me aniquile.

¿Cómo olvidarte entre las blancas sábanas?
Desde allí
inicio mis acercamientos a la tierra,
al alma llena de materia.-



PALABRAS LÍQUIDAS

Ven, vamos
a las líquidas señales.

A la lozanía de las vertientes,
a los aromas,
al agua de los arroyos.

A los pájaros azules de los ríos,
a los pechos de la luna,
a las lunas de tus pechos.

Al agua que está cayendo
en mis manos,
del agua de tus manos.-



LAS PALABRAS

Voy sofocándome,
bajo las escaleras
al sarcófago de las preguntas.

Me sostengo...
queriendo descubrir
la trampa de las formas
en el féretro de las palabras.-



MANZANOS DEL EDÉN

No eran los pinos de intenso color,
ni el río que cruzaba una sola vez,
en donde las sombras de nuestros deseos
enlazaban nuestras manos y besos.

Eran tu mirada y la mía,
alambres en el viento
donde los pájaros sostenían
su concierto estival.

No era el agua que caía de tu boca
ni la curva de tu vientre,
donde lentamente
fluía el dolor de mis manos.

Era la serpiente, la serpiente del edén,
que nos daba el secreto de Dios
mientras los ángeles dormían.-



NÚMERO CUATRO

Lejos estamos del camino;
lejos de tu dolor,
nuestra ignorancia.

Te recuerdo sin máscara,
con pasos de oscuridad.
Tu esperanza es cero,
tu locura es infinita...


has extasiado el alma

¿cómo alejarme de ti?

La soledad blanca
viene a nuestro
encuentro,
la boda del corazón
el dolor mío
la humana indiscreción
que te exalta.-




                                                                                                                     Alberto Destéphen





Imágenes: Pinturas de Vladimir Volegov  (Rusia, contemporáneo)





quiquedelucio@gmail.com









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