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jueves, 16 de noviembre de 2017
Poema en un árbol
Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.500 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.858-
Miguel Méndez Camacho
Poeta, narrador, periodista y crítico literario de Colombia, nacido en Cúcuta, en 1942. Es abogado, Doctor en Ciencias Sociales y Políticas Universidad de Colombia. Ha publicado, entre otros, ""Los golpes ciegos", "Papeles", "Perfil y palote", "Instrucciones para la nostalgia", "Malena" -Novela (2003), "Desencantos y cantos" (-Selección poética (2003), "De la favela a la gloria" (2005), etc. Es director de la Colección Clásicos de la Literatura Colombiana, 27 ediciones Editorial de la Colcutura y Director de la Colección "Cuadernos de Cultura" del Instituto de Cultura del Norte de Santander. Fue elegido "Poeta del año" en el XII Festival Internacional de Poesía de Bogotá, 2004.
"Yo en cambio soy tan torpe en el oficio
que no puedo hilvanar más de tres versos
para decirle a la mujer que amo esas cosas
hermosas que usted malgasta"
POEMA EN UN ÁRBOL
Escrito en la espalda de
un árbol
No recuerdo si el árbol daba frutos
o sombra,
sólo sé que dio pájaros.
Que era el centro del patio
y de la infancia.
Que en la madera fácil
tallé tu nombre encima
de un corazón flechado.
Y no recuerdo más:
tanto subió tu nombre con el árbol
que pudiste escaparte
en la primera cosecha que dio pájaros.-
CONFESIÓN
Ando perdido
pero jubiloso.
Confieso que no sé
a dónde voy,
pero la alegría me delata:
todos saben
que vengo de tu cuerpo.-
RECUÉRDAME, DESNUDA
¿En qué bar estarás
dónde tu risa
suene más que la música?
¿Dónde tu pelo sea
el rincón más oscuro de la fiesta
y tu escote
la ventana mejor iluminada?
Alguien ya sabe que eres impredecible
de la cintura para abajo,
hacia arriba te salva la sonrisa
y esa mirada ausente
como si no quisieras compañía.
¿A quién decidiste seducir?
Recuérdame, desnuda
y no olvides
que nadie sabe más de tu cuerpo
que mis manos.-
TRISTURA
Las primeras señales del olvido
no son ritual de puertos o viajeros,
las ausencias
no requieren de adioses.
Los abandonos
no necesitan ceremonias.
Uno se va sin trenes
sin aviones,
uno se va sin barcos.
Uno se va.-
LA SOLEDAD
Si miramos el rostro de la amada
y cerramos los ojos
para palparlo luego en la memoria
el fantasma del miedo nos traicione.a.
Por eso los amantes
no se dan nunca el uno al otro
y las manos que recorren los cuerpos
no persiguen la piel
sino el olvido de la futura soledad.
Y las caricias se prodigan
no a los cuerpos
sino al vacío de la ausencia
el temor de quedar sin compañía.-
LUCRECIA
Ella no tiene en los poemas
un lugar muy exacto
Siempre está dando vueltas
Huyendo y regresando
aquí y allá de la vigilia al alba,
limpiando
y remendando mis palabras
como si fuera oficio de la casa.-
Miguel Méndez Camacho
Imágenes: Pinturas de Fanny Nuhska (contemporánea)
quiquedelucio@gmail.com
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