Publicación N° 1.649-
Silvia Pratt
Poeta y traductora mexicana, nacida en Ciudad de México en 1949. Hizo estudios de traducción e interpretación en la Alianza Francesa de México, tomó cursos de literatura en la Universidad de Lausana, Suiza. De junio a octubre de 2002 desarrolló un proyecto literario en Montreal, Canadá. Parte de su obra publicada es: "Caldero ciego" (2002), "Crujir de la hojarasca" (2001), "Encendido espacio" (2000), "Espiral irrepetible" (2003), "Isla de luz" (2004), "Trazos, tintanueva, oscura palara" (2005),"Práctica mortal" (2010), etc. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, al búlgaro y al italiano.
"En los velos de la luna he de perpetuarme
he de descifrarlos aunque
siempre se transforme.
Sólo el silencio en el fulgor palpita"
CONSUMADA REDONDEZ
Desde el sosiego que me acosa,
como yesca incinero punzantes menecillas,
entre abrojos emerjo renovada,
con certeros ríos respondo a las cenizas,
abato en el aire desamores y penurias.
Con dolor mancillo el agua de mi piel rezuma,
calcino suelos con arcilla impía,
entre furtivas ráfagas suspiros petrifico.
El fuego al fuego ofrendo.
Pero también transfiguro
la Palabra en trepidantes lenguas,
ramo de luz en marejadas.
Invoco la arena
y en el viento arraigo mi nombre.
Alas de fénix la memoria.
Rito consumado.-
NOCHE DE LOS BOSQUES
Parda lechuza
anuncia oscuridad.
Los árboles entretejen sus ramas,
conjuran la entrada de la noche,
absorben el verdor cerradizo del follaje.
Espesura.
Una corona de luz la luna ciñe.
Tímidos filamentos
penetran el sabor del paisaje.
Hervidero de voces
aleteando.
Refulgen miradas amarillas.
Lechuzas titilantes
en boscoso universo parlotean.
Y yo que nací en la umbría,
que soy hija de los robles,
¿he de quedarme atrapada entre el ramaje?
¿He de buscar la luz
que me deslumbre hasta quedarme muda?
Voz de bosque.
Canto seductor de seductoras aves.
Como cánticos antiguos
de antiquísimas sirenas,
frondas de agua.
Con caricias mlenarias
me arropan árboles añejos.
Pervive el insaciable tiempo.
Los insectos ensordecen,
frescor el hálito de la umbría
En verde estalla el verde.
Afuera
la soledumbre aguarda.
Mi nombre
la luna huérfana
repite.
Sigue el rito de las voces su destino.
Buhos
ojos de estrellas
conmigo la comparten.-
DE DÓNDE PROVIENE ESE SILBANTE
De dónde proviene ese silbante
viento
sibilino,
si lacera los labios y acarrea nostalgias
de parajes soterrados.
No es verdad que aleje
para siempre la hojarasca y los pesares
si estarán mañana
otra vez aquí
enraizándose en mi piel.
Si pudiera detenerlo con mis manos,
no se alargaría la angustia en los postigos
ni los vitrales retumarían de pesadumbre.-
***
Nada puede borrarse de este mundo.
Cada huella queda tatuada en el sendero,
con punzones se graban
en la arcilla nuestros nombres.
Rastros de dioses y corceles
en las aguas y en la arena se distinguen todavía.
Mnemosínica presencia transita por los aires.
Nada muere para siempre.
Todo reverdece en la memoria:
quizás el germen de la luz
palpita en el reino de los muertos.
Ah, la dualidad perpetua.-
Como la bruma más espesa nunca vista,
una cortina saturada de gris
me impide ver más allá del grisaceo cielo.
Ah, la tormenta cayendo sore mí.
Cuánta pesadumbre despliegan los relámpagos.
La soledad desgarra la entraña de los robles.
Rumor que sofoca.
risa y viento se amalgaman.-
Silvia Pratt
Imágenes: Pinturas de Childe Hassam
quiquedelucio@gmail.com
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