Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.800 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.622-
José Emilio Pacheco
Escritor, poeta y ensayista mexicano, nacido el 30 de junio de 1939 en Ciudad de México y fallecido, a los 74 años, el 26 de enero de 2014. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua obtuvo importantes galardones como el Premio Cervantes, Premio Iberoamericano Pablo Neruda, etc. También cultivó con éxito el cuento y la traducción. Se le considera integrante de la llamada "Generación de los Cincuenta". Fue profesor en la Universidad de Essex y en la Nacional Autónoma de México. Entre su extensa obra, se puede citar: "Los elementos de la noche", Morirás lejos", "Las batallas en el desierto", "Desde entonces", etc.
"Vuelve a mi boca, sílaba, lenguaje
que lo perdido nombra y reconstruye.
Vuelve a tocar, palabra, el vasallaje
con tu propio fuego te destruye"
NOCHE Y NIEVE
Me asomé a la ventana y en lugar de
jardín hallé la noche
enteramente constelada de nieve
La nieve hace tangible el silencio y es el
desplome de la
luz y se apaga
La nieve no quiere decir nada: Es sólo
una pregunta que
deja caer millones de signos de
interrogación sobre el
mundo.-
LA DIOSA BLANCA
Porque sabe cuánto la quiero y cómo
hablo de ella en su ausencia,
la nieve vino a despedirme.
Pintó de Brueghel los árboles.
Hizo dibujo de Hosukai el campo
sombrío.
Imposible dar gusto a todos.
La nieve que para mí es la diosa, la
novia,
Astarté, Diana, la eterna muchacha,
para otros es la enemiga, la bruja, la
condenable a la hoguera.
Estorba sus labores y sus ganancias.
La odian por verla tanto y haber crecido
con ella.
La relacionan con el sudario y la muerte.
A mis ojos en cambio es la joven vida, la
Diosa Blanca
que abre los brazos y nos envuelve por
un segundo y se marcha.
Le digo adiós, hasta luego, espero
volver a verte algún día.
Adios, espuma del aire, isla que dura un
instante.-
EL FUEGO
En la madera que se resuelve en chispa
y llamarada
luego en silencio y humo que se pierde
miraste deshacerse con sigiloso
estruendo tu vida
Y te preguntas si habrá dado calor
si conoció alguna de las formas
del fuego
Si llegó a arder e iluminar con su llama
De otra manera todo habrá sido en vano
Humo y cenizas no serán perdonados
pues no pudieron contra la oscuridad
tal leña que arde en una estancia
desierta
o en una cueva que sólo habitan los
muertos.-
EL MAR SIGUE ADELANTE
Entre tanto guijarro de la orilla
no sabe el mar
en dónde deshacerse
¿Cuándo terminará su infernidad
que lo ciñe
a la tierra enemiga
como instrumento de tortura
y no lo deja agonizar
no le otorga un minuto de reposo?
Tigre entre la hojarasca
de su absoluta impertinencia
Las vueltas
jamás serán iguales
La prisión
es siempre idéntica a sí misma
Y cada ola quisiera ser la última
quedarse congelada
en la boca de sal y arena
que mudamente
le está diciendo siempre:
Adelante.-
LA MATERIA DESHECHA
Regresa, canción, hasta el paraje
en donde el tiempo acaba mientras
fluye.
No hay monte o muro que su paso ataje:
lo perdurable, no el instante, huye.
Ahora te nombro, incendio, y en tu
hoguera
me reconozco: vi en tu llamarada
lo destruído y lo remoto. Era
árbol fugaz de selva calcinada
palabra que recobra en su sonido
la materia deshecha del olvido.-
José Emilio Pacheco
Imágenes: Pinturas de Michael Malm (Estados Unidos, contemporáneo)
quiquedelucio@gmail.com
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