Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.218-
Julio Cortázar
Novelista y poeta argentino, nacido el 26 de agosto de 1914 y fallecido en París , Francia, país donde se había radicado,a los 69 años, el 12 de febrero de 1984. Escritor reconocido como uno de los más importantes en el boom de la literatura latinoamericana,
"No sé, ya ves, ni como sos,
tengo las fotos de tus discos, gente
que te conoce y te escribe.
Paredes de palabras con glicinas
y vos detrás, inalcanzable siempre"
BOLERO
Que vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música y juguetes.
Es cierto que es así:
Todo lo mio te lo doy, es cierto,
pero todo lo mio no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.-
CANADA DRY
Sé que me acordaré de un cielo raso
donde las manchas de humedad eran un gato,
un número, una mano cortada.
Sé que me acordaré del ruido
de un water en alguna habitación lejana del hotel,
su triste catarata de bolsillo, su inevitable recurrencia.
Chacun ses Madeleines, chacun ses Albertines.
Serás por siempre imán de imágenes,
las más turbias y vanas me traerás con el gesto
que en la caliente oscuridad del cuarto
era encender los cigarrillos del hartazgo,
ver asomar nuestros desnudos cuerpos flanco a flanco,
las más pequeñas turbias cosas,
una uña lastimada que te dolía tanto, el triste
rito de ir a lavarte y regresar, las servidumbres.
Tan solo compartimos los bares y las calles
antes de amarnos contra tres espejos:
¿Qué más podría darme tu recuerdo?
Pero yo sé guardar y usar lo triste y lo barato
en el mismo bolsillo donde llevo esa vida
que ilustrará la biografía. Ve, pequeño fantasma,
el baño está ahí al lado,
yo fumaré esperándote,
empezaremos otra vez. El cielo raso
dibuja un gato, un número, una mano cortada.-
EL BREVE AMOR
Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el eso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadensiosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos?)-
EL FUTURO
Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por tí,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.-
ESTA TERNURA
Esta ternura y estas manos libres,
¿a quién darlas bajo el viento? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela al alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, ¿nadie quiere esto,
Nadie?.-
Julio Cortázar
Imágenes: Pinturas de los artistas Francis Luis Mora y Edmund Tarbell
quiquedelucio@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario