Vistas de página en total
lunes, 12 de octubre de 2015
Tú siempre
Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N°1.161.-
José A. Pizarro de Hoyos
Poeta y narrador español, nacido en Medina de Rioseco, Valladolid en 1933 y fallecido en Vitoria-Álava en 2009. De su extensa obra, se destacan los poemarios: "Sonetos de la medianoche" (1995), "Reclamo la palabra", "Las nostalgias del alcor", "Debajo de las horas", "El amor y los ayeres", "Siluetas ardidas", etc. Escribió la novela "Rocamundo" y los libros de relatos "Donde ayer hubo rosas" y "Relatos del horizonte". Entre sus distinciones, figura el Premio Internacional de Poesía Miranda de Ebro, en 1995.
"Estoy sentado en el banco del parque.
Cuento las hojas pegadas
al silencio del lago.
Yo tampoco tengo adonde ir"
TÚ SIEMPRE
Quiero tu mar. Amor, y navegarte
En el vértigo azul de mi velero.
Verde y azul del viento venturero
En remos y caricias transportarte.
Conozco tus confines parte a parte
En horas de grumete y marinero,
Bonancible y dulces, y te quiero
Desde antes de saberte y esperarte.
Has sido mi principio en los albores
Ociosos de otros vientos y otros mares,
La flor inmarcesible entre las flores
Y el ara de los místicos altares.
Tú siempre el gran amor de mis amores
Y siempre el gran pesar de mis pesares.-
TIEMPOS
Los tiempos tienen su nombre:
Las edades.
Yo tengo un tiempo íntimo
Al que llamo
La nostalgia.
Se fue como van todos,
Insumiso,
Al campo espiritual
Donde apacienta el sueño.-
¿Y QUÉ ?
¿Y qué?
Le diré
A mi sombra
En esas horas
Remotas,
Sin viento, tal vez
Sin viento
Capaz de mover las hojas
Del calendario a un tiempo
Dejado de zozobra?
¿Y qué?
Le diré
A mi sombra?-
QUISE
Yo tendría que deciros
Muchas cosas
Antes de hacerme olvido,
Las que no pude contaros
Por no prestarme el oído
-nadie, nadie, nunca, nunca-
A mis palabras de amigo
¡Todo se me fue en silencios
Desolados y rendidos!-
A CARLOS
Hoy he de estar allí, donde solía
Hablar contigo afable y sonriente,
A sentarme otra vez junto a la fuente
En el cénit puntual del mediodía.
Oiré el trina, la misma algarabía
Del jilguero feliz, de la corriente
Del cauce del arroyo transparente
Con el son de su eterna melodía.
Pero no estarás tú para contarte,
No tu voz tan querida para oírte
Palabras que nos rompen parte a parte...
Hoy he de estar allí para decirte
Silencios resignados y llorarte...
¡Ah, si pudiera hermano repetirte!
LAMENTO DE UN HERMANO LACERANTE
¡No bajéis más el paso, que me muero!
La carga lancinante me convierte
en un soplo de vida y tanta muerte
que soy de las angustias prisionero.
¡No bajéis más el paso! Su madero
domina colosal mi cuerpo inerte
y este brazo avezado, duro y fuerte
trocóse en pluma de ave siendo acero.
¡Vientos de los luceros vespertinos:
Temblad en el azul de vuestra hoguera
y cededme el vigor de los molinos...!
Soy hombre de gario y purridera
y estoy viendo con ojos de Longinos
el cielo, Nicomeno, en tu escalera...
¡Apartaos de mí, miedos cansinos...!
¡Y abajo, más abajo...aunque me muera!
José A. Pizarro de Hoyos
Imágenes: Pinturas de Henri Lebaque (Francia, 1865 - 1937)
quiquedelucio@gmail.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario