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jueves, 8 de octubre de 2015
Conocernos
Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antologia cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1,157-
Samuel Lagunas Cerda
Poeta y narrador mexicano, nacido en Querétaro en 1990. Sus poemas han aparecido en las antologías: "La antología del Maratón" -Reunión de poetas noveles (2009), "Besar de lengua" (2011), etc. Es columnista en el semanario Bitácora. Miembro de la Asociación de Escritores y Comunicadores, ha obtenido algunos reconocimientos por su trabajo como poeta y narrador, ha participado también en diversas revistas y periódicos. "Todavá mañana" es su primer volumen poético, editado por Mantis en el año 2013.
"sueño de ángel,
vaticinio incomprensible,
los ángeles matarían por tenerla,
poseer la poesía es estar cerca de la muerte"
CONOCERNOS
Conocerte,
así,
desde tu nombre
hasta la manera de rascarte el muslo
mientras duermes
esa cosquilla en el borde de tu cuello
y esa caricia
menismeante
de tus uñas.
Conocerte la vida
centímetro a centímetro
su olor a leche
a tierra
y al tan esperado olvido,
a noches enteras
bajo el manto
de las luciérnagas
porque no hay más estrella
que la palma de tu mano.
Conocerte es tu placer y en tu desdicha
ese jadeo zumbante,
flexible,
de tu beso,
riendo,
llorando,
bostezando,
leona,
olfateando el mundo
con tu nariz
de esfinge.
Irrumpir
en la liviana intimidad
de tu espíritu corpóreo,
bañarme en tu vestido de primavera,
en ese fresco virginal
que estimula
frenéticamente
a las nubes...
y llueve,
llueve amor
del paraíso
y nos humedece
el escenario de la lánguida
estrechez
de los cuerpos
comenzando,
así,
el bíblico conocimiento.-
ACERCAMIENTO PREVIO
¿No eras tú, mujer,
el primer indicio de deidad de esta tierra?
Patamos de ti, entonces,
de tu naturaleza de cuerpo desnudo
sin oscuro ropaje de ideología falsa,
de falsa artillería.
Qué mejor arma que tus senos
para taladrar mi alma
cálido
pétalo
insondable.
Hay que vernos en el pozo tus ojos,
espiar allí el alma de las palabras
y extraer el alba a este mundo,
extender el alba sobre el cuerpo,
absorber su esencia de misterio
y comernos el polvo de la vida.
Quiero recoger mi alma en tus cabellos,
tú puedes deshelar mis entrañas
con la lámpara de tu boca,
sólo tu boca puede iluminar las tinieblas
y disipar la bruma de las grutas.
Tu corazón configura las nubes
con decoración de almanaque viejo.
Ve pensando en que cuando te ríes
se va a cobijar el cielo
bajo tu lengua,
si hay que sacarlo de ahí,
ha de ser con extremo cuidado,
ha de ser ahogados en un beso tuyo,
que nos funda
a la víspera de tu divinidad.
Porque has venido.
Has venido y no hay que olvidar
que te fuiste
para ordenar la aritmética del silencio
reconfigurar el vuelo del aire
y el pigmento formal de las azucenas
del cual te desprendiste,
lasciva,
lúdica,
dadivosa,
tu cuerpo cedió al mundo sus semillas de candela,
hay que abrasarnos en tu fuego
mujer,
a donde quieras que vayas,
te persigue el ser santuario,
el esperar en tus puertas a tu siervo
y tú de espaldas,
oculta el rostro en las cortinas,
inasible, gota de aire.
Si te vemos, morimos, medusa,
morimos en el lecho conyugal
de tu abrazo,
cuán dulce es la muerte en tal manera,
cuán dulce el expirar al conocerte.-
DUDA AGÓNICA
El problema es
en manos de quién dejar la muerte
(o lo que queda después de haber vivido).
¿Bastaría acaso las ganas,
la locura,
el empeño?
Debe de existir un lapso de sonambulismo
donde sentarnos a la mesa
y trazar el pormorir,
el futuro diciembre del enero,
la pasmosa manía de la subsistencia
y las técnicas para evitar
el acumulamiento del tiempo.
Caso contrario,
un dios habrá de dibujarnos
algún boceto de universo
donde seremos la sombra
de alguna noche blanca,
o el simple canto viejo
de hojas olvidadas.
O acaso nuestra llegada sea
meramente el punto insumiso.
Y ya, después de poco,
se calle todo finalmente.-
Samuel Lagunas Cerda
Imágenes: Pinturas y dibujos de Jarek Kubicki (Polonia, 1976)
quiquedelucio@gmail.com
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