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martes, 19 de mayo de 2015

Quinteto

Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por e escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                             
                                                                            Armando Rojas Adrianzen

Poeta, traductor y editor peruano nacido en el departamento de Piura, en 1945 y fallecido a los 41 años en París, en junio de 1986. Publicó varias revistas literarias. A mediados de los años setenta se fue de Perú para radicarse en Francia, renunciando a una Cátedra en la Universidad de San Marcos, en Lima. En 1983 publicó "El sol en el espejo" con traducción al francés. Mucha de su poesía fue recopilada en "Material de lectura".  Falleció de una enfermedad cancerosa en el hospital de La Salpetriére.


                                                                                     "Canta en mí poesía
                                                                                      que al menos mis voces
                                                                                      no queden rezagadas"





QUINTETO

Ven al fin
De este sueño hay un bosque de cristal
Siguiendo las colinas
Se llega a su encuentro
Blanco y pulido recuerda el vuelo
De la quimera
Todas las horas que de vuelo lleva

Nada puede negar su clara existencia
Sin exigirse esplende
Jóvenes ni dioses lo sustentan y es
El apoyo de forzada utopía
La que llevarán héroesy hombres
En época augusta

Nadie tampoco entregaría sus ala
Sus joyas a cambio de un reflejo
(Formas del ser que en silencio reposa)
Pero cuántos lucharon
Proyectaron su vida al solo eco
De la leyenda

Igual nosotros damos cada día
Cada palabra en las esferas
Que mantieneny barajan al fondo
Enardecida sangre tibio aliento

Ven el mundo del ensueño
Forja un hombre y sus alegorías
Y cómo se concierta y entrevera
Su duración bajo lo nuestro
Pues todo lo que huyó de sus confines
Nos viene de ellos como el sol
Y sustento.-


TRAS LA BREVE LUZ DEL DÍA

Nuestros cuerpos han de tirar
Entre las frondas
Y los vestigios
Y más aún entre los sones
De la cólera
Pues una luz inmensa
Nos procrea.-


CARTAGO
I

El viento viene de Cartago esta tarde
y ausculto mi pasión    Díscolo punzntes favores
La noche no mueve su diamante
y el abejorro cae cae cae
Estrella de la gracia habita el vellocino
el lomo de la espada que al día desfallece
La espera desfallece
Sombras y Quimeras desatadas
con los caballos rojos al viento.

II
A solas con la arena entono mi canción
Marinos y bajeles que no vi
sino en el pajarillo
en los muertos resecos
Zumbante es el grito y me hundo en las riberas
Me disputo un caracol un leño
¡Los eunucos me convidan la mar!

III
Los huesos del deseo están allí
con las muchachas con los heliotropos
los huesos del deseo están allí
vende tu fama véndenos tus hijas

IV
Todos se han ido    La muchacha la sombra los niños
y la palpada losa es sólo olvido
Señora del amor que nutres al hijo de la muerte
El viento vuelve de Cartago
y estos luceros no nos devuelven a la vida.-


COMO QUERIENDO HALLAR UN SUELO QUIETO

Escribiré una vez y otra vez y alguna vez
este poema
hasta que en la colina no haya árboles
Ni césped ni testigos
Tampoco haya sol y la casa en verano
esté iluminada por las pobres palabras
Escribiré mil veces sobre el musgo
Como queriendo hablar un suelo quieto
El único lugar que escapa al pico del verdugo

En este yermo vivir tal vez es bueno
y nunca faltan cuerpos, ángeles extraviados
Pero fatiga el tiempo y muchas
son las palabras falsas o faltantes
A veces hay espejo, lámpara, botella
que se quiebran se quiebran se quiebran
Su diálogo de amor son alaridos
intermitentes en tu sueño, en mis gastadas
páginas: Escríbelo
Y es imposible entonces corregir
Con tinta falsamente clara retrasar el huidizo
corazón que nos falla.-


SUEÑO DEL GUERRERO

He apagado la luz
En las colinas lluvia inmóvil
Doblegando mi pecho
irrisado poniente

Por qué sin paz el felino me habita.-



                                                                     Armando Rojas Adrianzen


Imágenes: Pinturas de David Agenjo (España, contemporáneo)





quiquedelucio@gmail.com

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