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martes, 25 de noviembre de 2014
Homenaje
Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Galway Kinnell
Poeta y narrador estadounidense nacido en febrero de 1927 y fallecido, hace pocos días, el 28 de octubre de 2014. Por sus 1982 Poemas Selectos ganó el Premio Pulitzer de Poesía. De 1893 a 1933 fue poeta laureado por el estado de Vermont. Publicó unos treinta libros de poesía, la mayoría de ellos traducidos a numerosos idiomas, y una novela "Black Light" (Hougton Mifflin, 1956)
"Cuando anochece
la niebla se oscurece en las colinas,
púrpura de lo eterno,
pasa un último pájaro
que adora solo el instante"
7
Querida extraña
presente en la memoria al lado del azul Juniata,
estas cartas
al otro lado del espacio supongo
serán todo lo que sabremos el uno del otro.
Tan poco de lo que uno es
se teje a sí mismo a través del ojo
del vacío espacio.
No importa.
El yo es lo de menos.
Deja que nuestras cicatrices se enamoren.-
5
En esta orilla -nuestra orilla-
de las desvanecidas, azules aguas, te recuestas,
llorando en tu lecho, escuchando esos
leves,
temibles retumbos
de las despedidas que al ocaso
allanan los virginales bosques.
Yo, también, he comido
la pitanza de la oscura orilla, en el colchón
del tiempo, donde un colgajo con forma de cuerpo
yace junto a un colgajo -sepulturas
arrojadas en medio
por quienes llegaron antes,
amantes
o amorosos amigos,
o extraños
que amaron aquí,
o rechinaron sus dientes en la pesadilla aquí
o hablaron de sus aventuras de una noche,
de la campana del sanctus
sonando cada hora para morir
contra el vidrio laminado de la ciudad-
Yazgo sin dormir, recordando
el desgarrado cuerpo
de la gallina, el calor de la carne de la gallina
asustando a mi mano,
todos sus deseos,
todos sus cadavéricos olores,
floreciendo de nuevo a la luz de las estrellas.
Y luego la espera-
no muy larga, concedo, pero toda mi vida-
por el leve, tenue
impacto de su regreso contra las piedras.
¿Será alguna vez verdad-
todos los cuerpos, un cuerpo, una luz
hecha de la conjugación de la oscuridad de todos?.-
2
Hace nueve años,
en un avión toda la noche en tumbos
sobre el Atlántico,
pude ver, encendida
por los rayos que le salían,
la cara de mi hermano en una nube
que miraba hacia abajo en el azul,
instantes del Atlántico
a la luz de un relámpago.-
4
Se rasga el viento en los aleros
de estas ruinas, vacío,
flauta fantasma de los ventisqueros
que afuera en la tiniebla se levantan:
barrancas invertidas donde barre
la noche nuestra alas arrojadas,
nuestras plumas manchadas por la tinta.-
5
¿Cuántas noches le tomará
a uno como yo aprender
que al fin no estamos hechos de ese
pájaro
que se lanza a volar de sus cenizas,
y que nosotros,
cuando entramos en llamas, no tenemos
más trabajo que abrirnos
y ser
las llamas?.-
1
Habiendo dándome por vencido
ante el empleado traspuesto
bajo su reloj, que debería haberme
despertado golpeando
ya es de mañana
en la chapa de metal cerrada a llave
por la policía,
pude oír las campanas
de la Vieja Torre, tenue campana del
sanctus flotando
sobre la ciudad -tañido
de nuestros amores
la peristalsis de la voluntad de amar siempre
que desciende, grano
a grano, hasta el último,
el más frío cuarto, que es la memoria-
y puse atención a los gusanos
que viven en las camas donde han muerto los viejos
y buscan salir
para penetrar en el cerebro y cortar
los nervios que sostienen
al libro de la solitud.-
Galway Kinnell
Imágenes: Pinturas abstractas de Linda Arthurs, Canadá (contemporánea)
quiquedelucio@gmail.com
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