Marta de Arévalo
Poetisa y narradora urugyaya nacida en Montevideo en 1933. Es autora de 28 títulos editados (poesía, narrativa, crónicas históricas, ensayo breve y canciones infantiles). Edita dos revistas literarias: B.L.A.N.C.O. (arte y cultura) y "Lunita de papel" (colección de literatura infantil ilustrada). Entre sus premios se destacan: "José Vasconcellos" de México, 1994, Intendencia Municipal de Montevideo en 1981 y 1982. Premio Internacional de Literatura Latinoamericana "Gabriela Mistral" en París, etc.
"La nombro si me nombro, la nombro si la guardo.
La nombro en nombre oculto, la oculto entre mi voz.
Le debo la sapiencia, le debo astros y canto,
le debo los remotos serafines del sol"
Yo espero
Tú sueñas
Él tienta
Todos corremos.
Queremos
el vientre del mundo
la piel de la galaxia
la curva que trazó
la estrella desaparecida hace milenios.
Queremos.
Deseamos.
Exigimos.
Nunca nos saciamos.-
OCTUBRE
Ayer no tuve tus caricias
en un rincón azul robado al tiempo
no hubo eternidad para los dos
tanto tiempo sin tenerte
mucho infierno
misterioso edén
al compartir el beso
rescatar la vida
al darse
entregar el alma
a través del sexo
delirio sumo
perderlo todo
tonta existencia mujer de nadie
alma
inútil sociedad consumista
todo con precio de marca y fama
aduana declarada
apellido certificado
tonta existencia
mujer de llanto meter silencio
en letras invendibles
tonta
existencia
mujer
de nadie
burilada
en tristeza perpetua.-
RECETA ORIGINAL
Una manzana madura
y perfumada.
Un arcángel con espada de fuego.
Una serpiente mentirosa
una olla y una mujer.
Religiosamente mezclado
con espíritu sensual.
He aquí el Paraíso.
La manzana es única.
Y todas las recetas
descienden de ella.-
AMOR
Tu nombre empieza con A
...y deseo estés bien
yo
desde mi exilio
de tu ciudad dorada
duermo mal estoy triste
pienso mucho
te escribo
esta carta
para que me conozcas
no me odies
por molestarte
extraño
aquellos días
gracias por la ternura.-
VORÁGINE
Sentada algún instante
en silla hostil de mundo circular
pienso
-cuando me dejan-
como era, antes.
El mundo entonces
-yo creía-
asomaba una ala transparente
tendida a la inocencia.
Había la virtud
jugando como en arpegios
su música desde la boca limpia
de mi padre.
Creyente,
mi sed asimilaba su amor sin límite
ni dogma.
Yo miraba el agua clara
de un claro espejo
de una fuente clara.
Yo creía.
El mundo
ancho ilimitado estaba
revestido de una luz dorada
que surgía del entorno familiar
con armonía.
La música del alma
descansaba su ocio de existir
resplandeciente.
Y eran diáfanos
el día
el pan
el agua
y la palabra.
Noche que vino después
desde los siglos de la frente humana
buscando el sitio
mentido por los dioses
me hundió en la vorágine
En el remolino
que hostiga sin dar pausa.
Ahora
sirenas de mares remotos
cantan
cantan
cantan
su voz metálica en mi oído
desde siempre
hasta lo infinito.-
Marta de Arévalo
Imágenes: Pinturas de John William Waterhouse (Inglaterra, abril, 1849 - febrero, 1917)
quiquedelucio@gmail.com
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