Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Alejandra Pizarnik
Poeta argentina nacida en Buenos Aires el 29 de abril de 1936 y fallecida el 25 de septiembre de 1972
"Ese instante que no se olvida
tan vacío devuelto por las sombras
tan vacío rechazado por los relojes
ese pobre instante adoptado por mi ternura"
EXILIO
Esa manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
Una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobretodo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.-
FORMAS
No sé si pájaro o jaula
mano asesina
o joven muerta entre cirios
o amazona jadeando en la gran garganta oscura
o silenciosa
Pero tal vez oral como una fuente
tal vez juglar
o princesa en la torre más alta.-
FRAGMENTOS PARA DOMINAR EL SILENCIO
I
Las fuerzas del lenguaje son
las damas solitarias, desoladas,
que cantan a través de mi voz
que escucho a lo lejos.
Y lejos, en la negra arena,
yace una niña densa de música ancestral.
¿Dónde la verdadera muerte?
He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz.
Los ramos se mueren en la memoria.
La yacente anida en mí con su máscara de loba.
La que no pudo más e imploró llamas y ardimos.
II
Cuando a la casa del lenguaje
se le vuela el tejado y las palabras
no guarecen, yo hablo
las damas de rojo se extraviaron
dentro de sus máscaras aunque regresarán
para sollozar entre flores.
No es muda la muerte. Escucho
el canto de los enlutados sellar
las hendiduras del silencio.
Escucho tu dulcísimo llanto
florecer mi silencio gris.
III
La muerte ha restituido al silencio
su prestigio hechizante.
Y yo no diré mi poema y yo he de decirlo.
Aún si el poema (aquí, ahora)
No tiene sentido, no tiene sentido.-
HIJA DEL VIENTO
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas el miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós en tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma porque no hay nadie.
Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.-
INVOCACIONES
Insiste en tu abrazo.
Redobla tu furia,
crea un espacio de injurias
entre yo y el espejo,
crea un canto de leprosa
entre yo y la que me creo.-
LA CARENCIA
Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.-
Alejandra Pizarnik
Imágenes: Pinturas del artista italiano Mateo Arfanotti.
quiquedelucio@gmail.com
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