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jueves, 26 de mayo de 2022

Verano

Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los días, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.









Publicación N° 2.967-





                                                                                                      Andrés Sánchez Robayna 

Poeta, crítico y narrador de España. nacido en Las Palmas de Gran Canaria. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, donde finalizó su doctorado en 1977. Es catedrático de Literatura Española en la Universidad de La Laguna. Fundador y director de la revista Literradura. Recibió el Premio de la Crítica por su libro de poemas "La Roca", en 1984 y el Premio Nacional de Traducción en 1982, por su versión de "poesía completa" de Salvador Espriu. Ha publicado, entre otros, "Días sin tierra" (1970), "Clima" (1978), "Tinta"(1981), "Palmas sobre losa fría" (1981), "Sobre una piedra extrema" (1995), "El libro tras la duna" (2002), etc.



                                                                            "Desde aquel día supo que la sombra
                                                                             o su signo. Allá quedó, sobre una piedra,
                                                                             inscrita en lo remoto, bajo la luz herida,
                                                                             una nueva señal para el verano, el fin"
                                    













DESEO DE VERANO

El verano alumbró las laderas de nuevo,
con otro sol más puro cegó las hondonadas,
incendió la morera. Sobre el torso del día
dejó sus secos signos, el fuego material.

Ave, sobre la tierra desnuda del verano,
muestra tu sombra breve . En el aire callado,
o en el solo susurro de incesantes abejas,
enséñanos tu vuelo contra la eteridad.-



EL DURMIENTE

Las delicadas espaldas del sueño
remontan rojas el océano,

nubes de densidad calurosa
al extremo del día abovedado,

el mar en esta brisa de verano.
La más difusa música, en el sueño,

la visión más intensa,
las olas prolongadas y el sol y los pinos

giran con esas olas y ese aire que él sueña.
Las nubes son su espalda.

Ni el sol ni la mañana serán ya que para él
un sol o una mañana o un azul ilusorios.-



EL VASO DE AGUA

El vaso no es una medida
sino su estancia solamente

una terraza pide al sol:
sólo la luz en que se basa

más alto el vaso no es más alto
ni menos hondo si se alza

terraza alta en su mañana
o luz altiva ya le bastan

lo que repasa en él reposa
sin ser más cosa que mirada.-



UNA PIEDRA, MEMORIA

Adónde , dices
ahora, aquellos pasos
por lo desconocido, en la primera soledad.

Latitud de las parras, allá lejos.

El sol final abría su costado remoto
sobre las piedras, en las hojas,
en un último sueño, el fin del verano.
Atardecía,
era otra tierra, acaso más oscura,
la tierra roja, sí,
como si algún rescoldo del origen
aún respirase en ella,
más allá, al fin de toda impermanencia,
como a lo lejos.

Arcana luz 
suspensión de los soles sobre los platanares.

Era
cuanto de cierto ardía en lo invisible.
Era sólo la luz,
como vacía, y como si alcanzase
a ver su ardor oscuro
en los helechos, en el cielo,
sobre la tierra. Luego
volver de allá, sobre los mismos pasos,
pero ya, lo sabía, irrepetibles.-





                                                                                             Andrés Sánchez Robayna




Imágenes: Pinturas de Vladimir Volegov  (Rusia)





quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal






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