Noveno año e una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en las actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación Nª 2.429-
Elidio La Torre
Poeta, narrador y editor de Puerto Rico, profesor de Literatura de la Universidad de Puerto Rico. ha publicado los poemarios "Embudo-Poemas de fin de siglo" (1994), "Cuerpo sin sombras" (Isla negra Editores, 1998), "Cáliz" (2004). Tiene un libro de cuentos. "Septiembre" (Editorial Cultural, 2000), y dos novelas: "Historia de un dios pequeño" (2001) y "Gracia" (2004). Sus últimos tres libros han recibido premios en su país natal. Ha sido incluido en diversas antologías como la de "Literatura puertorriqueña del Siglo XX", publicada por la Universidad de Puerto Rico y en "Pequeñas resistencias 4", antología del nuevo cuento caribeño, publicado por la editorial Páginas de Espuma en España.
"innominable encuentro con mi sombra
bajo una ingente lucerna de ecos,
por donde pasea el otoño vago
mientras deshija la mansa arboleda"
PÉRDIDAS
admiro un remolino de hojas
que barre la acera
cual falda de bailarina
el árbol desnudo
permanece impávido
insufrible, indoloro
las hojas se alejan
el árbol, es obvio,
no las extrañará:
no tiene recuerdos
pese a que se hace en el tiempo
el árbol, he de decir,
no sabe poesía
es condición del lenguaje
evocar una ausencia:
la poesía es la memoria de las palabras
el árbol, seguro,
no tiene necesidad
de reparar por sus pérdidas.-
POEMA VI
La noche giraba como un vasto domo
sobre mi cabeza
donde la luna irradiaba como
un osario de platino.
Sombras poblaban las calles
cual fantasmas viajeros
por esta ciudad
de caricatura en carboncillo.
Al final,
mi cáliz espera
una
vaga lepra del alma.
Una mujer pasó por mi lado
pero sus ojos estaban perdidos
en la enajenación de la soledad.
Su traje parecía flotar
sobre la acera.
Llevaba flores en las manos
que no despedían aroma.
Ella no me miró.
O no me vio.
No supe quién era el muerto.-
***
Que a veces me besas
y a veces me salas
me complicas en un páramo
dedal de ortigas
veneno íntimo
Bésame a veces
cuando no, también
¿quién campanea en tu crisálida?
Mi mar se muere a tu puerta
lamiente libélula
crápula y lívida
esta tarde tísica
se fuga por un ojal
tálamo pútrido
tornasol vértigo
has de mi risa un rosal de razones
encuentra mi sombra
junto al árbol de ceniza
soy el esqueleto
que me espera de tu verbo,
se quedó sin carne
soy la fe de parafina
soy la ostia mustia
y un arco iris asesina mi corazón.-
Elidio La Torre
Imágenes: Pinturas de Henry Lebasque (Francia)
quiquedelucio@gmail.com
Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal.
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