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jueves, 14 de julio de 2016

Idilio

Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores, Difundiendo a más de 1.300 escritores, respetando el derecho de autor.



Publicación N° 1.415-


                                                                                                  José Emilio Pacheco

Poeta de México, nacido en Ciudad de México el 30 de junio de 1939 y fallecido, a los 74 años, el 26 de enero de 2014, en su ciudad natal.


                                                                            "Una gota de lluvia temblaba en la enredadera
                                                                              toda la noche estaba en esa humedad sombría
                                                                              que de repente,
                                                                              iluminó la luna"








IDILIO

Con aire de fatiga entraba el mar
en el desfiladero
el viento helado
dispersaba la nieve de la montaña
y tú
parecías un poco de primavera
anticipo
de la vida bullente bajo los hielos
Calor
para la tierra muerta
Cauterio
de su corteza ensangrentada
me enseñaste los nombres de las aves
La edad
de los pinos insondables
La hora
en que suben y bajan las mareas

En la diafanidad de la mañana
se borraban las penas
la nostalgia
del extranjero
el rumor
de guerras y desastres
El mundo volvía a ser un jardín
que repoblaban
los primeros fantasmas
Una página en blanco
una vasija
en donde sólo cupo aquel instante.

El mar latía
en tus ojos
se anulaban los siglos
la miseria
que llamamos historia
El horror
que agazapa su insidia en el futuro
y el viento
era otra vez la libertad
que en vano
intentamos fijar
en las banderas

Como un tañido funerario entró
hasta el bosque un olor de muerte
Las aguas
se mancharon de lodo y de veneno
y los guardias
llegaron a ahuyentarnos
porque sin darnos cuenta pisábamos
el terreno prohibido
de la fábrica atroz
en que elaboraban
defoliador y gas paralizante.-


LA DIOSA BLANCA

Porque sabe cuánto la quiero y cómo hablo de ella en
su ausencia,
la nieve vino a despedirme.
Pintó de Brueghel los árboles
hizo dibujo de Hosukai el campo sombrío.

Imposible dar gusto a todos.
La nieve que para mi es la diosa, la novia,
Astarté, Diana, la eterna muchacha,
para otros es la enemiga, la bruja, la condenable
a la hoguera.
Estorba sus labores y sus ganancias.
La odian por verla tanto y haber crecido con ella.
La relacionan con el sudario y la muerte.

A mis ojos en cambio es la joven vida, la Diosa Blanca
que abre los brazos y nos envuelve por un segundo y se marcha.
Le digo adiós, hasta luego,
espero volver a verte algún día.
Adiós, espuma del aire,
isla que dura un instante.-


LA FLECHA

No importa que la flecha no alcance el blanco
Mejor así
no capturar ninguna presa
no hacerle daño a nadie
pues lo importante
es el vuelo / la trayectoria / el impulso
el tramo de aire recorrido en su ascenso
la oscuridad que desaloja al clavarse
vibrante
en la extensión de la nada.-


LLUVIA DE SOL

La muchacha desnuda toma el sol
apenas cubierta
por la presencia de las frondas.

Abre su cuerpo al sol
que en lluvia de fuego
la llena de luz.

Entre sus ojos cerrados
la eternidad se vuelve instante de oro.
La luz nació para que el resplandor de este cuerpo

le diere vida
un día más
sobrevive la tierra gracias a ella
que sin saberlo
es el sol
entre el rumor de las frondas.-



LUMBRE EN EL AIRE

Estallan los jardines de la pólvora
en el cielo oscurísimo y su aplomo.

Estruendo frente al mar que se encarniza
desde la eternidad contra las rocas.

A cada instante otro Big Bang
Nacen astros, cometas, aerolitos.

Todo es ala y fugacidad
en la galaxia de esta lumbre.

Mundos de luz que viven un instante.
Luego se funden y se vuelven nada.

Como esta noche en que hemos visto arder
cuerpos fugaces sobre el mar eterno.-




                                                                                                           José Emilio Pacheco



Imágenes: Pinturas de Edouard Bisson (Francia)




quiquedelucio@gmail.com 

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