(Buenos Aires, Argentina, 1891- 1967)
"Nada ansío de nada,
mientras dure el instante de eternidad
que es todo,
cuando no quiero nada"
NOCTURNO poesía de Oliverio Girondo
una mano,
mi mano,
que se agranda
inexorablemente
para emerger,
de pronto,
en la más alta noche,
abandonar la cama
traspasar las paredes,
mezclarse con las sombras,
distenderse en las calles
y recubrir los techos
de las casas sonámbulas.
A través de mis párpados
yo contemplo sus dedos,
apacibles
tranquilos,
de cíclopeas falanges;
los millares de ríos
zigzagueantes,
resecos
que recorren la palma desierta
de esa mano,
desmesurada,
enorme,
adherida al insomnio,
a mi brazo,
a mi cuerpo
diminuto,
perdido
en medio de las sábanas;
sin explicarme cómo esa mano
en mi mano,
ni saber por qué causa se empeña en disminuirme.-
Hay que ingerir distancia,
lanudos nubarrones,
secas parvas de siesta,
arena sin historia,
llanura,
vizcacheras,
caminos con tropillas
de nubes,
de ladridos,
de briosa polvareda.
Hay que rumiar la yerba
que sazonan las vacas
con su orín,
y sus colas;
la tierra que se escapa
bajo los almbrados,
con su olor a chinita,
a zorrino,
a fogata,
con sus huesos de fósil,
de potro
de tapera
y sus largos mugidos
y sus guampas, al aire,
de molino,
de toro...
Hay que agarrar la tierra,
calentita o helada,
y comerla
¡comerla!-
ESCRÚPULO
Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo vean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
yo no aseguro nada.-
Oliverio Girondo
Imágenes: pinturas del artista contemporáneo
de Bielorusia Leonid Afremov.
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
twitter@quiquedelucio
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