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jueves, 9 de mayo de 2019
Equivocados
Noveno año de una antojadiza antologìa de la poesìa de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antologìa cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a màs de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicaciòn Nª 2.365-
Marianela Tortòs
Poetisa y gestora cultural de Costa Rica, nacida en San Josè. Es Secretaria y Tècnica en Administraciòn de Empresas. Ha participado, promovido y colaborado en la promociòn de intercambios poèticos nacionales e internacionales, incluyendo el Encuentro Internacional "Poetisas en Paraìso" realizado en Paraìso de Càrtago en julio de 1999. Sus poemas han sido publicados en antologìas y revistas literarias de Costa Rica, Mèxico, Chile, Argentina, Brasil, Nicaragua y España. Es autora, entre otros, de los poemarios: "¿Por què del llanto?", "La duda reparable", "Cuadernillo de poemas", "Àrbol de tus manos", "La llama triple", "Silencios de gaveta", "Poemas de ausencia para un hombre de viento y madera", etc.
"amo hasta desear morir
resisto a los relàmpagos
disfruto de un vino a solas
y aprendì a cambiar làmparas"
EQUIVOCADOS
Construimos revanchas
como hilos extendiendo
su blancura hacia la niebla.
Decir cada camino
con todos los nombres
es apocalipsis de los pasos.
Hay que adelantar
cada ceniza posible de misterio;
no màs,
sòlo cada ceniza
como huèrfano abierto a la ternura,
porque la lluvia destruye
el verde si no vuela.
No importa el desaire
de cada silencio que es el otro,
porque el otro sobrevive tambièn
otros desaires en su piel.
Tanto camino.
Tanto andamio.
Estructuras boreales
subiendo y construyèndonos.
Ven a mis brazos sobre la noche, amor,
aquì terminaremos la amalgama
de nuestros nombres.-
EL VAIVÈN DEL MILAGRO
La lluvia se transparenta
en la palabra sencillez
de esta niña que resucita
el amanecer de un rìo
indomable como los ojos.
Tan frescas tempestades
son los dioses que inventa el polvo.
El pètalo incipiente en alas
como decir la inocencia
sorprendièndose en el augurio
de todos los adioses del mundo.
Y el tallo no es màs que un silencio
suspendido en el vaivèn del milagro.
Ya hay demasiadas libèlulas rompiendo
el oìdo del futuro y sus cenizas;
y todo es aguzar la inmediata sonrisa
en la pupila y màs allà del poro.
Porque a esta niña le sobran
los pètalos que no moriràn
en la orilla.-
LA SOMBRA DEL CÌRCULO
De regreso a la casa,
a la sombra de la sombra,
a esta esquina repugnante
de mì misma
que me odio en cada sàbana muda,
como si odiàndome
redimiera el karma de silencio
que voy sembrando en cada estancia.
¿ Còmo pude adivinar, Señor,
el letargo maldito de mi piel?
¿Còmo pude saber
que tanta puerta abierta
cerrarà hasta la ùltima ventana
de mis ojos?
Pero es que algùn dìa
salì a la acera y el tumulto en el viento
borrò todos los versos que llevaba
y no pude sostener este cuerpo
que ya era piedra y flauta destruida.
Perdòn, Señor,
perdòn por estas horas desoladas
con que pinto las paredes de esta casa,
perdòn por cerrar el silencio
màs y màs
en este cìrculo inefable de dolor.-
Marianela Tortòs
Imàgenes: Pinturas de Barbara Jaskiewicz .
quiquedelucio@gmail.com
Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal.
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