Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.323-
Hernán Bravo Varela
Poeta, ensayista y traductor mexicano, nacido en México D.F. en 1979. Profesor del Programa de Escritura Creativa de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Jefe de Prensa de la Casa del poeta "Ramón López Velarde". Traductor al español de Shakespeare, Emily Dickinson, Gerard Hopkins, Oscar Wilde, etc. Fue Premio Punto de Partida 1999 en poesía, Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 1999 por "Oficios de ciega pertenencia". Premio de Literatura Letras del Bicentenario 2010 por "Historia de mi higado y otros ensayos". Ha publicado, además, "Comunión" (2002), "Sobrenaturaleza" ((2010), "Realidad y deseo Producciones" (2012), "Prueba de sonido" (2013-Antología personal), "Los orillados" (Ensayo,2008), etc.
"En cuanto a ti, el desierto.
Suelta la música,
ábrete la carencia,
dolor, la duna franca
cansado de pensar"
POÉTICA
Eras la piedra,
aunque me parecías
llamar como una boca:
seguidilla
tu círculo cerrado,
aparición del agua
que te gritaba esposa.
Sin ser gujarra,
te creí encinta.
A pleno sol,
entre palomas
que salen al campo,
la piedra -tú-
había estado sola,
solamente.
Fácil el día que el cielo
sea azul
(decirlo, decir algo)
con levantar el vuelo
de la vista.
Quien camina tu ruta
debajo de la nieve
no ve claro;
el silencio que bate
cardinal,
sin centro, todavía.
El alma de lo dicho
no es un pájaro.
Apenas frío, busco
tu dicha, enmudecer.
¿Cómo llegar a ti
sino callando?
Pero si dirigiera
mis pasos a tu inicio
dejándote de hablar,
me mentiría.
Quiero decir ahora,
destemplado,
el bosque al que me invierno.
En la nevada tanta
se hizo noche,
oscura la blancura.
Parvaba alrededor,
de blanco, como nieve.-
VEINTICUATRO
...y esa vela velándote
la demasiada sombra
para verte,
tendida ahí,
en un aparte níveo.
Indecididos,
indeterminados,
no sé si el corazón,
corazonada,
o si exterior bodega,
como suele
pasar el dividir
la noche sobre dos.
Memoria mía,
están por apagarse
los pabilos posibles,
y esa muerte
va de pedir
a despedir
-se nos agotan olas
para romper con eso
que solía
hundirse en una trama-;
de cortar a cortar
por el camino
más largo hacia la sombra
en lo que vuelves
de no volverme a ti,
va de clavarse
a desclavarse,
y esa vela
te aluza muellamente
los ojos del dormir,
y el 24 en puerta,
el cuarto 24,
a las afueras
de cuanto nos fantasma,
no sabe ser un día
después
ni sus contadas horas.-
CHILLIADA
Entre que fue
para nosotros tanta
la puerta que se nos
habría de haber
abierto encima, estamos
aquí en medio
llegados. Ven,
que no se cierra el aire
a sostenerse en pie,
a dar con una casa
donde sobre el espacio
para mover las cosas
del lugar que ocupaba
su vacío;
para quitar los ojos
de la llave
que abría el agua
en dos, los que quedamos
desviviéndonos
por llegar a salir.
Consistiera el quehacer
en no tapar el sol
con la palabra
que tuvo a bien
darnos en sombras
su acero sin forjar,
la voz de su incendiarse.
Ayer,
no movimos un dedo:
el alabastro estaba,
el peine que peinaba,
ese camino
de volver
a tomar el camino.
Ahora
que se le hace de noche
al mundo y a la puerta,
pasa de largo, estate
tú también,
como una aldaba. Pasa.-
Hernán Bravo Varela
Imágenes: Pinturas de Daniel Densborn (Francia, contemporáneo)
quiquedelucio@gmail
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