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martes, 13 de enero de 2015

Amame

Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                                         Fiona Farrel

Poeta, novelista y dramaturga de Nueva Zelanda, nacida en 1947. Una de las plumas más representativas de su país. Su última novela "Piedra caliza" fue publicada en abril de 2009. "The Broken Book" ( ensayos y poesía) fue publicado por la Universidad de Auckland en 2011. También ha escrito los poemarios: "Cutting Out"  (1987), "The inhabited initial" (1999) y "The Pop-Up Book of invasions" (2007). Ha obtenido diversas distinciones a lo largo de su trayectoria.

                                                     
                                                              "Este es el sonido que el niño
                                                               que no tiene orejas escucha.
                                                               Este es el sonido de la guerra.
                                                               Este es el silbar del científico
                                                               en su laboratorio" 






ÁMAME

Ámame como si estuviese
siempre a punto de
partir. Ámame, como si
mi maleta estuviese empacada y
yo en mi abrigo, esperando
al taxi. Ámame, como si
me fuese a ausentar por un
tiempo, en misión en un
campo de batalla,
corresponsal en el extranjero.
Ámame como si pudiese
no haber un mañana.
Esta noche el mundo
acabará. Estamos ambos de
uniforme. Ámame, como si
mi barcoestuviese partiendo
con la marea de la mañana,
atravesando las escarpaduras
para trazar aguas desconocidas.
Ámame, como si estuviésemos
solos en una cabaña en la montaña:
la nieve cae y es posible
que no nos encuentren jamás.

Ámame, como si el amor fuese
una terrible aventura.-


EN POCAS PALABRAS

Hace dos semanas ella dijo
que conseguiría una bicicleta cuando
llegara el verano, y yo
pensé que era valiente y
salvaje: mi propia madre-
niña. Ahora, no se puede poner
en pie. Su piel cuelga
en pliegues como un lino pesado.
Sus manos con seda tornasolada,
azul y marrón como el
vestido que se puso para bailar.

...porque lo alabaste bailando
con pandereta y arpa.
Lo elogiaste bailando
solo en la oscuridad...

La arreglamos como una flor,
sus manos como hojas secas bajo
el edredón, su cabeza caída como
un capullo de lirio en su tallo marchito.

...bailaste al son de la radio
en una habitación vacía,
ligera en los brazos del
único y verdadero novio...

Le canto todas las canciones y
ella se va caminando en perfecto ritmo,
por ese sendero largo largo,
a través de ese valle tranquilo y oscuro,
encaminada hacia el lado
asoleado.

Sobre la desteñida Feltex rosada
bailaste mejilla a mejilla,
con Jesús quién es pareja
del pobre y del humilde.

Ella se posa sobre mi dedo
más pequeño. Eleva su boca seca
y canta su gorjeada canción.
Es siempre para ella este
temprano amanecer. Es siempre
para ella este claro día. Y
queda por siempre suspendida justo en
este instante de vuelo.

...tus hijas se acurrucaban
en las madrigueras de la noche
bailaste en tu vestido
que con la luz brillaba...

Cada noche nos arropaba en
cama, los rezos dichos, y el
mundo rodaba tranquilo a través
de la oscuridad. "Voltéate", decía.
"Voltéate. De cara a la pared
y tendrás lindos sueños"...
Y en las noches de lluvia, el agua
goteando por las cañerías, ella decía,
"Es una buena noche, buena para
dormir". Ahora está aquí:
arropada, con los pies hacia el mar, la cabeza
hacia la colina, abrigada con el barro de Merton amarillo
para mantener bien alejado el frío.
Y por encima, una alondra graba
su brillante canción en la oscuridad mientras
la lluvia llega desde el sur.
"Buenas noches", decimos, nuestras
bocas suaves del llanto.
"Es una buena noche, mi amor.
Una buena noche para dormir".

...porque lo alabaste bailando
con pandereta y arpa.
Lo elogiaste bailando
solo en la oscuridad...


Traducciones de Rogelio Guedea


                                                                                   Fiona Farrell




Imágenes: Pinturas de Pieter Brueghel, Albrecht Durero y Rafael Sanzio




quiquedelucio@gmail.com

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