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jueves, 22 de febrero de 2024

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Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividd del lector, en su lectura qe organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.








Publicación N° 3.978-




                                                                                                          Quique de Lucio 

Poemas del último libro de poemas: "Una sombra prestada", (2023). Argentina.-






 


IMAGEN

Caía ya la luz sobre los senderos
ya caía en tu cuerpo. Un temblor de velas
o un temblor de árboles de no sé qué campo.
En el otoño sucedía -no lo sé-
en un valle que no recuerdo
-ya esa desmemoriada sensación
de haber estado allí-, ignoro adónde,
quizás en la llanura que siempre olvido.
Tal vez era la lluvia mi pasado
ocupa un escenario de montañas desoladas.
O era yo -no lo sé- tal vez yo mismo,
quizás era en verano, no recuerdo
y era otro valle que ahora olvido.
No sé bien que lugar era aquel en que la luz
tenía la apariencia de una flor abrasada
y mis manos sostenían ramas de eucaliptus,
de mentas y tomillos,  -eso creo-

Un campo se vive como un cuerpo,
se olvida como él.
Posiblemente ahora evoco lugares que existieron
al lado de esos cuerpos que existieron
en cerros que existen tal vez en el olvido,
que deben existir, pero no sé.-



IMAGEN II

Creí que los senderos eran turbios arroyos
y en la fuente manaba agua negra,
que colgaban los frutos de la noche,
a merced de los cuervos,
y grité porque el viento sonaba
en el valle vacío como el llanto de un niño.

He venido a pedir compasión
para el dolor del hombre. 

El bosque se ha cerrado, de los altos helechos
gotea un agua clara, una veta de claridad.
La pobre piedra quemada por el sol
con su pequeña sombra mata la luz.
Y caen sobre mi cabeza
las hojas amarillas que van cubriendo charcos
y espinos y la entrada de viejas madrigueras.

Tierra y cielo se funden.

Pongo mi mano firme,
abierta como un cuenco,
extendida, señalando la montaña,
y dejo en la penumbra
su signo silencioso.-



  IMAGEN III


El caminante sabe que ha llegado
a la tierra de nadie, a una tierra vacía.
Sabe habitar su olvido,
y, sin embargo, sigue,
es un río que avanza
en la montaña. Allá, lejos.
Un hombre solo cubre con su mirada,
indolente, la situación, contemplando
cómo tras el cristal del poema
han pasasdo:
      Montañas, campos, mentas, árboles...
      Recuerdos de una vida vencida para siempre.

El caminante confunde, se equivca,
lo real es deseo que acaso mueve sus pies,
piensa por un momento, distraído,
fiel al firme propósito de no volver jamás.

Dónde lo llevarán impávidos, sus ojos,
a qué amor entrelíneas vivido, revivido,
a qué dolor oscuro de otro tiempo tomado,
a qué luz,
               a qué lúcida conciencia.-





                                                                                   Quique de Lucio.



Imágenes: Pinturas de Oscar Bluhm





quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal.


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