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jueves, 22 de abril de 2021

Arder

Undécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.






Publicación N° 2.814-



                                                                                                     Arturo Montero Vega

Poeta de Costa Rica, nacido en Naranjo, en 1924 y fallecido en octubre de 2002. Estudió en el Liceo de Costa Rica y se graduó de abogado en la Facultad de Derecho, también hizo estudios en la Facultad de Filosofía. Parte de sus obras publicadas, son: "Vesperal" (1951), "Cinco poetas universitarios" (Editorial Aurora Social, 1952), "Mis tres rosas rojas" (1952), "Poemas de la revolución" (1969), "Rosa y espada" (1969), "Le digo al hombre" (Centauro, 1972), "Raíces" (1973), "Poemas Escogidos-Antología (Editorial Costa Rica, 1975), "Poemas de ahora y siempre" (1975), "Poemas para sembrar los sueños" (1978), "Patria y Poesía" (1990), etc.


                                                                     "Ya verás la luz en todos los rincones
                                                                       y al obrero sentado a la diestra del  destino
                                                                       inaugurando tu alma como un    
                                                                       Dios que naciera del humo de la fábrica"


 







ARDER

Unos dedos sin tacto.
Unos pies sin camino.
Y un hombre a la deriva.
Una puerta cerrada.
Unos labios torcidos.
Un siglo de agonía.
No sé si arder
o echarme lodo.

No sé si amar
y alzar el vuelo.-



PARA ESO ESCRIBO

Para que el campo recoja sus jardines,
para que el viento se pierda en tus cabelos,
para que el fruto nazca de tus manos,
para que el medo se esconda en los palacios.
Para que la luz sea el norte y el abismo,
para que la virtud gobierne en el exilio,
para que la bondad derribe el cautiverio,
para que el corazón sea el rostro de ti mismo.
Para eso escribo.-


SUPONGO

Supongo que los hombres nacieron sin mentira,
cuando los ríos eran manantiales de dicha,
cuando los bosques eran el hogar de los pobres,
cuando los cielos eran miradas y sonrisas.

Supongo que nacieron los sapos y culebras
de alguna forma antigua escondida en la hiedra,
en las raíces de los árboles,
en el polvo de las estrellas.

Supongo que la mugre
se enseñoreó en el tiempo,
la estulticia siguió detrás 
de las serpientes,
y todos esos sabios que
en el lodo descubren
las verdades eternas,
hicieron un andamio para sus pobres cuerpos.

Supongo que en los puertos
celebrarán los hombres
el mitin del silencio,
con palmadas al hombro,
con sonrisas y besos.

Supongo que al caerse
el andamiaje dl tiempo,
rodarán uno a uno
los grandes invertidos,
se pudrirán los cuernos
del becerro de oro
y no habrá más discursos en el valle dormido.-


***

Todos seremos reyes
en el reino de amor que construiremos.
Todos tendremos paz, un pedazo de pan
y una sonrisa eterna.
Ya verás con orgullo los zapatos
inaugurando los pies.
Ya verás la herramienta en la montaña.-





                               
                                                                                       Arturo Montero Vega.



Imágenes: Pinturas de Ricardo Ortega Fernández.






quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal

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