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jueves, 13 de abril de 2017
Décima
Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.800 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.668-
Lucio Ballesteros
Poeta español, nacido en la localidad valenciana de Utiel en 1906 y fallecido en Valencia en el 2008. Colaborador habitual de la "Hoja del lunes". Publicó, entre otros, "Aún. Libro de amor y poesía" (1940), "Poemas del alba" (1942), "Tiempo feliz. Poemas de infancia" (1943), "Abril en los labios" (1944), "Toda la vida" (1944), "Otros vienen detrás" (1949), "Horas de oficina" (1950), "El aire dormido en la rama" (1951), "Hablo del sueño" (1952), "Cantos fundamenteales" (1954), "Canciones de mar y río" (1960), "25 sonetos asonantes" (1967), "37 décimas" (1967), "Los sueños y otros poemas" (1969), "Canciones" (1964), etc.
"La vendimia es su fiesta y es su timbre de cielo,
¡Con que gracia divina cumple su grato destino!
Una a una sus viñas van bordando el pañuelo
donde cabe, a sabores, todo el nombre del vino"
DECIMA
¡Amor para mis sentidos,
ahora que el alma quiere
saber la vida que muere
sobre los sueños vencidos!...
Soy todo mundos y oídos
para escuchar tu armonía,
la íntima gracia que guía
hacia la presencia fuerte
de un resplandor que me advierte
¡que no hay mundo sin poesía!-
A LA MANERA DE BECQUER
Larga y pobre vida.
Largo y mal infierno.
Y amargo horizonte
de ásperos acentos.
Ser viejo es saberse
sin fuerza, indefenso,
víctima de acosos
e innúmeros retos.
Triste vida propia
de todos los vientos:
padecer por tanto,
siempre tan a menos.
Y me digo, a solas
con mi desconsuelo
¡Dios mío, qué solos
se quedan los viejos!
Sorda letanía,
monótonos ecos
de verdad quemada
e inválidos vuelos.
Sufrir tristemente.
Llorar como enfermo
que no tiene cura,
huérfano de afectos.
Vida que no es vida,
luchar sin resuello,
vacío entre nadas,
pálido de ensueños.
Y repito, a solas
con mis pensamientos:
¡Dios mío, qué solos
se quedan los viejos!.-
ROMANCE EN LA NOCHE CLARA
-Barquero triste y beodo,
¿pescaste muchas estrellas?
-Pesqué un lucero borracho
que vino a verme de cerca.
-Barquero, ¿has visto a la luna
pasar por esta vereda?
-La ví y me dijo: "Hasta luego",
y fue a dormirse a la tierra.
-Barquero, ¿sabes si el viento
logró hablar con las sirenas?
-El viento ambula a estas horas
por la bóveda sidérea.
-Barquero, brujo barquero,
¿sabes de alguna doncella?
-La noche está sin casar,
y el sol se acuesta a su vera.
-Barquero, dime el camino
que conduce a la belleza.
-Camino que se ha de andar,
acaba donde comienza.
-Barquero, tengo una red...
Barquero ¿qué das por ella?
-La red que no hacen mis manos,
no sirve para la pesca.
-Barquero triste y beodo,
¿sabes el agua en qué piensa?
-El agua es la línea curva
que siempre sabe ser bella.
_Barquero, dime si puedo
creer en lo que otros crean.
-¡La verdad que sólo es de uno,
mentira se considera!
-Adiós, Barquero. La noche
me da a probar sus verbenas,
y el cielo mece a mis ojos
sobre una hamaca de perlas.
Adios, Barquero.
-¡Salud!
-¡La vida es novia primera!...
-Pesqué un lucero borracho
que vino a verme de cerca,
y espero, entre sorbo y sorbo,
matarlo cuando amanezca.-
Lucio Ballesteros
Imágenes: Pinturas de Glen Preece (Inglaterra, contemporánea)
quiquedelucio@gmail.com
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