Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Espa pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 1.313-
Maya Angelou
Poeta, narradora, bailarina, actriz y cantante estadounidense, nacida en Saint Louis, en 1928 y fallecida en Winston- Salem en 2014. Publicó siete autobiografías que le dieron una fama internacional, tres libros de ensayos y más de diez poemarios. Realizó shows de televisión, obras teatrales y películas que fueron relevantes por mas de 50 años. A lo largo de su carrera , recibió docenas de premios y más de cincuenta títulos honorarios. De raza negra, fue una activa participante del Movimiento por los Derechos Civiles, trabajando junto a Martin Luther King y Malcom X, entre otros.
LOS HOMBRES
Cuando era joven, solía mirar
detrás de las cortinas
a los hombres que iban y venían por la calle. Hombres viejos, borrachos.
Hombres jóvenes, más ácidos que la mostaza.
Los veía. Los hombres siempre
están yendo a alguna parte.
Ellos sabían que estaba ahí. Con quince
años, y famélica.
Se paraban debajo de mi ventana
con los hombros en alto, como los
pechos de una adolescente,
y la cola del traje palmeándoles
las nalgas,
los hombres.
Un día te toman con delicadeza
entre sus manos, como si
fueras el último huevo crudo de la tierra. Después
aprietan. Un poquito nomás. El
primer estrujón es agradable. Un abrazo rápido.
Suaves hasta tu indefensión. Un poquito
más. Y empieza a doler. Te arrancan una
sonrisa que patina en el miedo. Cuando
se acaba el aire,
el cerebro te explota, estalla breve y ferozmente
como la cabeza de un fósforo. Hecho trizas.
Es tu jugo
el que baja por sus piernas. Manchándoles los zapatos.
Mientras la tierra vuelve a enderezarse
y el gusto trata de retornar a la lengua,
tu cuerpo ya se cerró. Para siempre.
No existen llaves.
Después la ventana se cierra toda sobre
tu mente. Ahí, detrás
del oscilar de las cortinas, caminan los hombres.
Sabiendo algo.
Yendo a alguna parte.
Pero esta vez, nada más voy a
pararme y mirar.
A lo mejor.
detrás de las cortinas
a los hombres que iban y venían por la calle. Hombres viejos, borrachos.
Hombres jóvenes, más ácidos que la mostaza.
Los veía. Los hombres siempre
están yendo a alguna parte.
Ellos sabían que estaba ahí. Con quince
años, y famélica.
Se paraban debajo de mi ventana
con los hombros en alto, como los
pechos de una adolescente,
y la cola del traje palmeándoles
las nalgas,
los hombres.
Un día te toman con delicadeza
entre sus manos, como si
fueras el último huevo crudo de la tierra. Después
aprietan. Un poquito nomás. El
primer estrujón es agradable. Un abrazo rápido.
Suaves hasta tu indefensión. Un poquito
más. Y empieza a doler. Te arrancan una
sonrisa que patina en el miedo. Cuando
se acaba el aire,
el cerebro te explota, estalla breve y ferozmente
como la cabeza de un fósforo. Hecho trizas.
Es tu jugo
el que baja por sus piernas. Manchándoles los zapatos.
Mientras la tierra vuelve a enderezarse
y el gusto trata de retornar a la lengua,
tu cuerpo ya se cerró. Para siempre.
No existen llaves.
Después la ventana se cierra toda sobre
tu mente. Ahí, detrás
del oscilar de las cortinas, caminan los hombres.
Sabiendo algo.
Yendo a alguna parte.
Pero esta vez, nada más voy a
pararme y mirar.
A lo mejor.
UNA PRESUNCIÓN
Dame tu mano
Haceme lugar
para que te lleve
y te siga
más allá de este furor de la poesía.
Dejá para los otros
la intimidad
de tocar las palabras
y el amor por la pérdida
del amor.
A mí
dame tu mano.-
RECUERDO
El peso lento
de tus manos, alborotando a las abejas
que anidan en mi pelo, tu sonrisa en la
pendiente de mi mejilla. Te apretás
sobre mí
esta vez, encendido, derramando
urgencia, y el misterio viola
mi razón
Cuando te retirás,
vos y la magia, cuando
sólo el olor de tu
amor persiste entre
mis pechos, entonces, sólo
entonces, puedo devorar con gula
tu presencia.-
TOCADOS POR UN ÁNGEL
TOCADOS POR UN ÁNGEL
Nosotros, desacostumbrados al valor
exiliados del placer
enroscados en la caparazón de la soledad
hasta que el amor baja de su templo sagrado
y se presenta a nuestros ojos
para liberarnos a la vida.
Llega el amor
y en su tren vienen éxtasis
viejos recuerdos de gozo
antiguas historias de dolor.
Y si somos audaces,
el amor arranca de nuestras almas
las cadenas del miedo.
Al calor de la luz del amor
abandonamos nuestra timidez
nos atrevemos a ser valientes
Y de pronto vemos que el amor
nos cuesta todo lo que somos
y todo lo que podemos ser.
Y sin embargo es el amor
lo único que nos libera.-
PASAR EL TIEMPO
Tu piel como el amanecer
la mía como el musgo
Una describe el principio
de un final innegable.
La otra, el final de un
principio seguro.-
Maya Angelou
Imágenes: Pinturas de Josuah Chaplin (Francia, 1825 - 1891)
quiquedelucio@gmail.com
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