Querer explicar la propia obra a mí me parece que, en general, no sirve. Passolini dijo algo extraordinario en uno de sus primeros libros de poesía y yo comparto esa idea. Él dice: "Yo soy una fuerza del pasado".
XXVI
Puede ser, puede ser: por un tiempo
trabajaré con un solo ojo, y
te miraré cruzando de nuevo
por los lugares de cada día,
un poco velado por las nubes
de mi ojo inerme. Pero mi ojo bueno
ya ve el mundo con claridad
de viejo niño, y los colores nuevamente
surgentes son la gloria de la materia
tanto tiempo ignorada por mí, y también,
por qué no
el amado naranjo en flor.-
XXV
Son los hermanos. Ellos nos llaman
desde el fundamento mismo de las familias:
es el misterio de los destinos diversos
del hombre y la mujer semejantes,
el juego de la razón y sentimiento, de violencia
y bondad, de azar y
voluntad. Hermanos, separados
por el espacio que deviene siempre tiempo,
después de dolorosa infancia. Hacia ellos
partiremos tú y yo, una y otra vez, hacia ellos,
hacia el origen -me contabas,
me contabas de la abuela silenciosa
enloquecida del frío que llevaba
en las vísceras como la oscura revelación del crimen
contra un pueblo-. Partías, partías,
y yo te acompañaba en el alma,
rosa de los vientos reencontrada.-
Roberto Raschella: Poeta, escritor, traductor, ensayista y crítico de cine. Ha traducido, entre muchos otros, obras de Dante Alighieri, Nicolás Maquiavelo, Luigi Pirandello y Gabriel D´Annunzio.
En 1999 recibió el premio Boris Vian y, en 2004, el Segundo Premio Nacional de Novela de la Secretaría de Cultura de la Nación. Autor de novelas, en poesía escribió: "Malditos los gallos" (1979), "Poemas del exterminio" (1988) y "Tímida hierba de agosto" (2001). Colabora en revistas de cine como "Cinema Nuevo", "Cinecrítica" y "Tiempo de cine y Lyra". Y en revistas culturales y literarias: "Innombrable" y "La Ballena blanca". Fue maestro de escuela durante treinta años. En 2005 obtuvo la prestigiosa beca Guggenheim.
POEMA DE LA FAMILIA
La calle, árbol de filos. Negro paraguas
Gravitando por la madre parca
Y un silencio de suicidas y de velos,
el escalpar cerrado, el hondo tifo,
jamás voces ni esmeralda.
El perro y el aire mueven
la baba de la piedad alumbra
el patio- y cumbran por las aguas compadecedoras,
en los cálatros
La pala desciende. Estoy partido.
Escapo al manto materno, al ojo maligno
del ocaso, al repentino cruce de los hierros
enero me revela, enero me enferma.
El sol calca las espaldas suspendidas
en restos de piedras, de espejismos, de narradas
palomas azulejas: ninguna forma de amor.
Pacen mordiendo medidas de sueño
los muchachos agudos, los rostros pascuales,
las sombras tempranas. Llevan espinas, llevan
dientes de cordero. Embestidos, entran y navegan:
la ciudad es una espuma de muerte,
una terrenal sandalia
que los potentes míseros encunan a la lengua
parda de las capillas.-
Roberto Raschella
Poemas seleccionados de "La Casa encantada" -Poesía Reunida (1979-2010). Editorial Fondo de Cultura Económico, Argentina.
Imágenes: pinturas del artista uruguayo, nacionalizado argentino Tarik Carson, del surrealismo.
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